22. Familia y crianza

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22. Familia y crianza

20 DE DICIEMBRE DE 2014 (32 AÑOS) (5 AÑOS)

Dominic insistió en acompañarnos en las compras de navidad y año nuevo.

Zoe comenzó a señalar innumerable cantidad de cosas que llamaron su atención y tuve que detener a Dominic de comprarle todo lo que pedía.

- Sé que quieres compensarle con regalos todo lo que no le diste en su momento y lo entiendo, pero no puedes darle todo eso. Ella está en crecimiento y son cosas que no van a durarle tanto tiempo y sé que tienes la facilidad económica para hacerlo, pero ella no necesita todas esas cosas materiales. – Suspiré – al final del día regalarle todo va a dañar su percepción del valor de las cosas, no quiero que crezca creyendo que todo se va a resolver con dinero o que todo va a llegar fácilmente a su vida. ¿Entiendes mi punto? – pregunté preocupada de estarlo ofendiendo o diciendo algo que pudiera interpretarse de manera errónea

- No completamente, pero respeto tus decisiones respecto a ella – suspiró.

- Yo sé que hice mal no diciéndote de ella y voy a arrepentirme cada día de mi vida por no obrar diferente, pero realmente quiero, deseo, ser una buena madre, y no te voy a volver a quitar el derecho sobre ella, tú también puedes decidir y dar tu punto de vista, simplemente quiero que entiendas mi visión y que lleguemos a un acuerdo sobre su crianza ¿Sí me estoy haciendo entender? – pregunté con preocupación

- Te entiendo lo suficiente

- Cuando digo que quiero que entienda sobre el valor de las cosas, hablo de que quiero que entienda que nadie está siempre ahí para facilitarnos la vida, que no todo lo vamos a conseguir sólo por desearlo, que a veces hay que trabajar muy duro para tener las cosas y que muchas veces ni así las obtenemos. Probablemente con todo el dinero que tienes, y no lo estoy pidiendo, no me malinterpretes, ella no vaya a pasar muchos trabajos, claro, suponiendo que siempre lo vayas a tener y que siempre estés dispuesto a dárselo, pero yo no tengo tanta facilidad económica y no sabemos el futuro, por eso quiero criarla como cualquier niño latinoamericano común, sí, va a tener más posibilidades de darse gustos, pero no quiero excederme. – Suspiré porque había comenzado a divagar y ni yo sabía del todo qué había expresado con palabras y si tenía completa lógica como la tenía en mi cabeza.

Zoe siguió pidiendo cosas, su padre se vio restringido para comprarlas como si le hubiera quitado el permiso sobre su propia hija nuevamente y yo simplemente me quedé en silencio sobre las decisiones que él tomó a partir de ahí hasta que nos llevó a casa y Zoe se durmió.

- Entiendo tu punto y quiero respetarlo – dijo tranquilizándome en la entrada de la casa – voy a dar todo de mí para estar siempre para ella y sé que no quieres mi dinero, sé que si lo quisieras no hubieras huido así de decirme sobre ella, y no te considero una caza fortunas o algo así, he visto lo trabajadora que eres y en la forma de ser de Zoe se ve que ha sido criada con mucho amor, es una niña inteligente y amorosa que no teme expresar sus emociones, y yo soy un papá orgulloso de mi hija y no es algo que vaya a cambiar, porque ella sigue y seguirá siendo mi hija y voy a darle el mundo si me es posible, siempre voy a apoyarla, no tienes que restringirte por ello. Pero voy a respetar la manera en que quieres criarla porque sé que lo haces por amor y está bien amar a tus hijos y tratar de enseñarles lo mejor que sepas hacerlo.

24 DE DICIEMBRE DE 2014 (32 AÑOS) (5 AÑOS)

Por primera vez en mi vida iba a pasar navidad sin mis padres y sabiendo que no iban a estar nunca más para celebrarla.

El sonido de mi celular me trajo de vuelta al mundo, luego de estar un par de horas desde la madrugada perdida en mis pensamientos.

- Sé que recién son las seis de la mañana, pero no podré estar para celebrar navidad con ustedes y me siento muy apenado por eso, en especial porque sé lo difícil que va a ser para ambas. ¿Cómo te sientes? – Preguntó Luis

- Físicamente bien, pero... si te soy sincera, a nivel emocional no – miré al vacío y pensé en mis padres y en la familia que ya no tengo completa.

- Me lo imaginé – suspiró – Voy a hacer lo posible por llegar hoy, no quiero dejarlas solas.

- Tu estás trabajando y estás con tu familia, no podría hacerte eso. Pasa la mayor cantidad de tiempo posible con ellos antes de que te arrepientas porque los pierdas. No vengas. – Suspiré y pensé en si decir o no lo que iba a decir, al final decidí decirlo – No quiero que vengas, quédate con ellos. Disfruta las festividades, dedícate a ellos. – Colgué la llamada antes de que pudiera decir algo más.

Mi teléfono volvió a sonar y era Dominic. Realmente era una hipócrita completa, porque mientras le había exigido a Luis que no viniera, no sabía si podría soportar no tener aquí a Dominic, quien había sido mi apoyo desde el accidente de mis padres.

- Hola - Contesté ansiosa.

- ¿Qué te parece si traes la ropa de la noche tuya y de nuestra hija, vienen y me ayudan con el pavo? Se supone que lo inyecté hace dos noches, que si te soy sincero, no sé si quedó bien, pero hice el intento, y lo dejé supuestamente marinando, pero ocupo ayuda porque no tengo idea de lo que estoy haciendo y tu hermana y tus amigos llegan en unas pocas horas y no creo que pueda terminar solo a tiempo. – Habló como si se estuviera riendo

- No entiendo – Sonreí confundida, con mi ansiedad desvaneciéndose - ¿Estás cocinando la cena de hoy? ¿Cuándo decidimos pasar juntos la navidad? ¿Cuándo invitaste a los chicos? ¿De dónde salió todo eso? – Me reí

- No te lo había pedido antes porque no estaba seguro de que quisieras realmente, pero hablé con Ángela y dijo que sería una gran idea, que podría levantarles el ánimo. Cuando fuimos a comprar la ropa estaban ambas un poco decaídas, así que ahí fue que decidí hacerlo

- ¿y qué sucede con tu familia? ¿porqué no fuiste a pasar estas festividades con tus padres?

- Ustedes son mi familia – Habló con firmeza – He pasado demasiadas festividades con ellos y ninguna con ustedes, ellos ahora mismo están enojados conmigo por haberme divorciado y no quiero pasar festividades con personas que me van a amargar, los amo, pero hoy tengo otra familia que me necesita más que ellos y con la que quiero y deseo que me permitan estar con ellas.

- Dame media hora y estaremos allá – Sonreí medio derretida por sus palabras.

¡HOLA A TODOS!

No voy a decir mucho, nada más... ¿Qué tal nos cae una pequeña maratón en compensación por los dos años que los he tenido abandonados?

The Lost Daddy Of My Baby (libro#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora