El orfanato

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El orfanato. Un sitio aparentemente agradable, inofensivo por fuera. Un sitio que pretendía dar la sensación de que no iba a pasar nada malo a nadie. Pero el interior era totalmente diferente.

Una monja de ojos oscuros y aspecto nervioso oyó el timbre de la puerta de la entrada. Se dirigió hacia la puerta con paso moderado, intentando tranquilizarse para causar buena impresión por si venía una pareja para adoptar un niño. Al llegar, respiró hondo y abrió la puerta. No vió a nadie, pero al bajar la vista, vió a una pequeña niña que aparentaba tener solamente uno o dos meses, con un pañal y nada de ropa. Era invierno y estaba casi todo tapado por la nieve y la intensa niebla, pero la niña parecía no tener frío, estaba tumbada boca abajo justo delante de la puerta encima de una fina capa de nieve mirando al suelo.

La monja se preocupó al ver a la pobre sin ropa en invierno y sola. La cogió cuidadosamente del suelo pero, al ver la cara de la niña, se asustó tanto que casi se la tiró. Esta señora era muy supersticiosa y se creía casi todo lo que le contaban. Había tenido varias pesadillas en su vida, las cuales la traumatizaban y procuraba olvidarlas, pero al ver la mirada de esa niña, casi se desmayó por el flash de todos sus miedos que le pasaron de golpe por su mente.

No recuerdo lo que ocurrió después, pero sí sé que era una niña muy solitaria, procuraba mantenerse lo más lejos de los otros niños posible, y nunca lloraba ni reía ni se quejaba de nada. Nunca. Siempre tenía la misma expresión en su rostro, casi no se podría describir. Algunas monjas rumoreaban entre ellas y dudaban si la había traído el diablo. La que empezó este rumor fue la mujer que la vió por primera vez, y estaba casi segura.

Como no sabían cómo se llamaba y no le gustaba o no respondía a ningún nombre que le ponían, tardaron varios meses en decidirlo hasta que descubrieron que al fin le empezaba a crecer el pelo de un color verdoso, como turquesa, y decidieron llamarla Blue.

A los 6 años (aunque aparentaba tener 3 años) la cosa cambió. Los niños ya no era su problema, porque ya no se atrevían a acercarse a ella. Un día, se puso a leer en la biblioteca un libro escolar de 3° de ESO que encontró sobre ciencias (siempre quería saber todo lo posible sobre el cuerpo humano). Leía de forma rapidísima y se memorizaba cada palabra con solo leerla una sola vez. Todo iba bien hasta que de repente vió un papel doblado entre dos páginas que explicaban el movimiento de la sangre en el corazón. Cogió el papel y sin pensarlo dos veces lo abrió y empezó a leerlo: "... estoy segurísima de lo que vi... no era normal... vi todas mis pesadillas y miedos más oscuros en sus ojos... parece inofensiva pero esque además vi su corazón... vi su alma, tan oscura y siniestra como el diablo... yo no quiero tener nada que ver con lo que vaya a ocurrir... Dios nuestro señor me advirtió de las consecuencias pero no le creí, ya que en aquellos tiempos decían que estaba loca... no... no voy a volver jamás...Hasta nunca, Dios me proteja... Sor Genara".

Era una carta de aquella monja nerviosa que la acogió. Estaba como si la hubiesen escrito con mucha prisa y hubiesen intentado quemarla. Le faltaban trozos. Blue, al leer esto, supo que hablaba de ella. Desde aquel entonces, en lugar de intentar evitar a la gente, los espiaba de una manera... siniestra.

···

Aviso importante: 

Este orfanato no es como otros. Era un chalet de dos plantas que estaba a la venta, y unas monjas decidieron comprarlo y covertirlo en una especie de orfanato con varias habitaciones para cada niño. Estos van a un colegio, comen allí y vuelven por la tarde para hacer los deberes, entre otras cosas, merendar, cenar, dormir y desayunar. Las monjas suelen tratarles como si fueran sus madres, y por sus cumpleaños les dejan pedir cualquier cosa, siempre y cuando no sea peligrosa ni demasiado cara.

La chica del pelo azul (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora