La chica del pelo azul (Pausada)

Diego

Diego era un chico que adoraba dibujar y pintar. La palabra que mejor le describía era "arte". 

Era un niño de unos 9 años un poco bajito, de cabello castaño oscuro casi neg y ojos oscuros. Llevaba unas gafas rojas y muchos se reían de él por lo inocente que era, aunque también tenía muchos admiradores por su gran habilidad de dibujar y le defendían de vez en cuando, siempre que los que se burlaban no fuesen los matones del colegio. Esos chicos eran odiables, siempre se reían con sus irritantes risas de las desgracias que veían, pegaban a los que les llevaban la contraria y a los que se chivaban de sus "crímenes". Muchas veces han sido castigados y expulsados temporalmente, pero como eran los nietos de la directora, no les expulsaban para siempre.

Diego se pasaba todo el tiempo libre paseando por el chalet con un lápiz, una goma de borrar y su cuaderno de dibujo en busca de inspiración. A la hora de dibujar un objeto o un paisaje, siempre trataba de igualar la imagen hasta el más mínimo detalle, y al acabar un dibujo, iba a su habitación y lo colgaba en una pared en la cual ponía todos los que hacía.

El pequeño artista estaba enamorado de una chica a la cual admiraba tanto por su aspecto como por sus gustos y su forma de ser, Sonia. Muchas veces bajaba al jardín trasero, miraba a su ventana y, si estaba, hacía un precioso dibujo realista de ella. Siempre se imaginaba el día en que le enseñaría sus dibujos y se enamorara de él pero realmente nunca se atrevió a decirle ni un solo "Hola".

Diego y Carlos eran muy amigos y siempre jugaban juntos y se apoyaban y ayudaban mutuamente, pero desde que desapareció no ha vuelto a abrir su cuaderno de dibujo. 

···

17:30h

Diego, al acabar los deberes de la escuela, salió de su habitación y se dirigió a la habitación de Sonia. Estaba decidido, ese sería el momento en el que al fin conocería a la chica que tanto deseaba desde que la vio por primera vez. Puso la oreja pegada a la puerta esperando oír música o algo pero no oyó nada. Con la cara sonrojada y sin pensarlo dos veces llamó a la puerta pero nadie respondió. Esperó un rato pero su paciencia se agotó y su curiosidad aumentó, así que puso la mano encima del pomo, lo giró, abrió la puerta cuidadosamente... pero no estaba. Salió y volvió a su habitación.

No se atrevía a buscarla y presentarse ante sus amigas, en caso de que estuviera con ellas, así que se sentó en la silla de su escritorio y apoyó la cabeza en su libro de inglés. Comenzó a mirar de reojo sus dibujos, pensando qué le podría haber pasado a Carlos y preguntándose si estaría bien cuando de repente...

- Diego, ¿has visto a Sonia? - Preguntó Tina abriendo la puerta de un portazo - ¡Ups! lo siento - Dijo con una sonrisa inocente.

- No, ¿por? - Dijo girando la cabeza hacia ella.

- Esque no la encontramos por ninguna parte, y creemos que puede haberle pasado lo mismo que a Carlos... - Se explicó Rosa apartando a Tina de delante.

Diego sintió un pinchazo agudo en el corazón y su rostro mostró miedo. "No puede estar pasando... ¡¿Por qué?! Primero Carlos y ahora Sonia... ¿Habrá sido Blue? ¿qué pretende hacerles? ¿y de dónde viene? Hay que hacer algo... Tenemos que hacer algo... yo no... " Diego empezó a sentirse peor de como ya estaba, sintió que estaba en una pesadilla...

- Diego, ¿estás bien? - Dijo Tina preocupada, apoyando su mano en la espalda del niño.

- ¿Que si estoy bien? ¡Tenemos que hacer algo con Blue! ¿Por qué hace esto? ¿Y si somos los siguientes? ¿¿Dónde están Carlos y Sonia, eh??

- Diego, tranquilo, igual no ha sido ella, puede que simplemente se hayan escapado o... - Dijo Rosa tratando de tranquilizar el ambiente, ya que Tina, que es muy sensible, ya empezaba a tener los ojos llorosos.

- ¿Escapado? Carlos me dijo que nos veríamos esta tarde para estudiar juntos, y no creo que pretendiera escapar, y menos sin decírmelo...

- Lo mismo pensamos de Sonia, nos lo contamos todo y también nos habría avisado... bueno, tenemos que seguir preguntando y...

- No, tenemos que avisar directamente a las monjas y decirles que hagan algo con Blue.

- ¿Crees a Sor Genara? Pero si ha ido a mogollón de psicólogos y ya ni se sabe si lo que dice es verdad o se lo inventa, además, no tenemos pruebas de que haya sido Blue - Solamente hablaban Diego y Rosa, Tina no se atrevía a decir nada, estaba sentada en el pasillo con la espalda apoyada en la pared inmersa en sus pensamientos.

- Pues alguien habrá sido, no creo que de repente, sin venir a cuento, hayan decidido irse porque sí. De todas formas hay que avisar a todo el mundo y hacer algo.

- De acuerdo.

···

18:06

Los tres niños bajaron, se encontraron con Sor Gosberta, la cocinera, y le contaron cada detalle de lo que sabían de lo sucedido con Sonia.

- ... y hemos mirado en cada rincón y no la hemos visto por ninguna parte - Se explicó Rosa.

Sor Gosberta les miró extraña y les preguntó - ¿Y habéis preguntado a los demás niños? Puede que sepan algo que todavía no sabéis.

- No, pero en seguida lo hacemos -

- Vale, yo iré preguntando a las señoras a ver si la han visto o algo, pero que no cunda el pánico, seguro que los encontramos, no os preocupéis - Dijo la monja con su sonrisa tranquilizadora.