3.

38 6 10
                                    

—Ayer tuvo una y ganó, así que probablemente está de buen humor —comentó Taehyung como si nada, mientras él y Jimin caminaban hacia la casa de Namjoon y Seokjin. Era sábado y el chico lo había pasado a buscar hace unos 5 minutos, cuando el rubio estaba poniéndose su chaqueta de mezclilla. Esta vez, su atuendo era nuevamente negro, salvo por la chaqueta que era de un típico color claro.

Jimin miró de reojo al azabache, confundido. —¿Sabes? Aun no comprendo porque me hablas de ese tema tan a la ligera. La primera vez que me lo contaste pensé que había sido por el alcohol, pero ahora estas sobrio.

—¡Es que no tengo a nadie con quien conversar de esto! No cuenta Yoongi, ni tampoco Jin o Namjoon porque a ellos no les gusta hablar mucho de las peleas. En cambio, contigo lo puedo hablar sin problemas.

—Pero... ¿no debería ser secreto? —insistió el mayor. —Quiero decir, no me molesta que me hables de estas, uhm, peleas ilegales o como sea que se les diga —le aseguró, sin nombrar el hecho de que sí le molestaba un poco que le hablara de Jungkook, sobre quien había descubierto que estaba claramente envuelto en ese mundo clandestino.

—El Círculo, así se llama.

—Eso, no me importa que me hables sobre eso. Pero si se supone que es secreto, ¿no se molestarían los chicos sobre que me hayas contado?

—No creo. Quiero decir, lo ideal es mantenerlo alejado de las bocas chismosas, pero desde que te conocí me diste buena espina y estoy seguro de que no dirías nada —dijo con total confianza, lo que hizo sonreír al rubio. —Pero, la verdad es que muchas personas lo saben y, con tal de que la información no llegue a las personas equivocadas, todo bien.

—¿Personas equivocadas?

—La policía, principalmente.

Jimin soltó una risa. —Ah, claro. Dios, es increíble. Eso es algo que solo veía en las películas. Me podría haber imaginado que peleas así sucedían, pero nunca creí que sería con tanta producción. Que tuvieran un ring y todo eso.

—Sí, ojalá algún día puedas verlo. Realmente no es lindo presenciar como dos bestias se golpean hasta la inconciencia, ¡pero Jungkook es muy bueno! No ha perdido una pelea desde que lo conozco. Ni siquiera logran darle un golpe, la mayoría.

Con eso, el rubio alzó las cejas. —¿Entonces debería sentirme orgulloso?

Taehyung soltó unas cuantas risitas, palmeándole la espalda. —Supongo. Ese día estaba destruido, pero aún recuerdo la imagen de tu puño en su cara. Fue algo memorable. La verdad quería que alguien lo golpeara desde hace mucho.

—Oh, ¿y eso por qué? ¿Te cae mal? —preguntó Jimin mientras doblaban en una esquina y la casa de Namjoon salía a la vista. Esta vez podía observar cómo había menos autos que la vez pasada estacionados afuera.

—No, la verdad no. Aunque no lo creas, es un buen chico, Jimin —le dijo seriamente, mirándolo. —He sabido que se pone tonto con alcohol encima, pero realmente es agradable.

El otro bufó, claramente aun no podía decidir eso por sí mismo, considerando que las únicas interacciones que había tenido con Jungkook no habían sido muy agradables para su gusto. —Ya, ¿entonces por qué querías que lo golpearan?

—Porque estaba celoso de Yoongi —admitió avergonzado. —Pensé que me estaban quitando a mi mejor amigo. Desde que Yoongi ya no pelea ahí, se convirtió en algo parecido al entrenador de Jungkook y pasaban mucho tiempo juntos. Me sentí dejado de lado, porque ya no me llamaba tanto como antes. Era aún más difícil estando yo en Daegu y el aquí. Sé que probablemente suena infantil —dijo, negando con la cabeza.

Prometo Amarte | JIKOOKMIN ✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora