Ya me enteré ×Chloenath ×

Parte Única.

Canción: 𝒴𝒶 𝓂ℯ ℯ𝓃𝓉ℯ𝓇ℯ
Número de playlist: 2
Intérprete: Reik
Cantidad de palabras: 6599
Ship: Nathloe/ Lukloe.



Otro día más iniciaba en la vida de la bella hija del ex alcalde de París, quien se encontraba ya de pie cuando el reloj marcaba las siete en punto frente del espejo de la habitación,  el cual estaba adornado con unas cuantas fotos de ella y su pareja, además de focos alrededor del marco. 

—Luces hermosa hoy.—una voz detrás de ella que rodeaba su cintura se hizo presente.—Más hermosa que de costumbre.

Chloé sonrió al guapo hombre que estaba en el espejo, con una sonrisa que pretendía ser sincera, llevando su mano al cuello del chico para subirla y acariciar sus mechones azules.

—Gracias.—encadenó sus ojos a él.—Aunque solo es un poco de gloss, tampoco es la gran cosa.—dijo restándole atención al asunto.

Luka apretó más su silueta a la de ella depositando cortos besos por la parte trasera de su nuca, amaba demasiado a esa chica, era sin duda alguna lo mejor que le había pasado en la vida.

—Pues sea como sea.—tomó su mano para hacerla girar sobre su eje y depositar un casto beso sobre su mejilla.—Para mí eres sumamente hermosa.

—Eres adorable.—hizo un mohín con los labios.—Por ahora debo irme, Marinette quiere hablarme de algo importante sobre la campaña; "Fancy" y ya sabes lo temperamental que se pone cuando no llego temprano.—rodó los ojos ante la ironía.—Como si ella en el pasado conociera la definición de Puntualidad.

Luka río fuertemente al entender por qué lo decía, y es que cuando su querida novia iba en preparatoria junto a la azabache, no había día en el calendario donde esta no llegara tarde gracias a una buena noche de sueño. Aunque ahora mismo, siendo la diseñadora principal y Chloé la directora de imagen, los papeles sí que se habían invertido, haciendo que Marinette perdiera los estribos por su falta, según ella, de compromiso.

—Es mejor que no la hagas enojar.—advirtió divertido.— Ya sabes como suele ser, parece un pequeño chihuahua histérico.

Chloé le dio la razón a su esposo, esa chica si que había madurado en estos once años que habían pasado, suponiendo que era por que ahora ella era la presidenta de la empresa que alguna vez le perteneció a su madre; sí, Marinette y no ella, después de muchos sacrificios que Chloé tuvo que hacer por sus padres, pero ahora mismo daba las gracias pues no sabría qué hacer con semejante responsabilidad, a ella le gustaba más llevar el control de lo que sucedía con las modelos a la hora de las sesiones. Era la responsable de hacer a la empresa como la mejor del mercado también.

Marchó con rumbo a la empresa de su difunta madre con el afán de comenzar un nuevo día, el panorama estaba completamente soleado y parecía que sería un gran día. Con esto en mente llegó a la empresa saludando a todos a su paso; desde el vigilante que permanecía en la puerta del edificio,  pasando a las secretarias que le devolvían la sonrisa con amabilidad y llegando hasta los altos mandos, es decir; Marinette, quien no dudó en jalarle hasta la sala de juntas y cerrar con llave tras de sí como siempre lo hacía cada deseaba hablar algo importante con ella.

Se enfrascaron en cuestiones de moda, revisando los puntos que el cliente con quien colaboraban en esta ocasión especificaba, quería que sus accesorios lucieran lo más llamativas que la casa de modas pudiera. 

—Parece que no es nada del otro mundo.—dijo Chloé con determinación, aquello era realmente algo rutinario. Miles de colaboradores pedían que su producto se llevara parte de protagonismo en cada desfile.—Otro colaborador más ansioso por que su producto sea alabado. Estoy segura que encontraremos a alguien que cubra perfectamente las especificaciones de un buen artista de body paint. Me encargaré personalmente de que todo antes, durante y después salga a pedir de bo…