Por fin algo sale bien

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/Vincent. Pov./

Bueno como ya saben, soy huérfano, un asesino, ciego, solitario… Pero digamos que tuve suerte cuando  cumplí mis 16, en los demás días, meses y años era un niño, por esa cuestión me costaba mucho hacer cosas en la casa así que digamos que mi vida era un desastre y la sigue siendo,  aunque me acuerdo de un día que le dio medio giro a mi vida.

Ya que no tenía padres debía mantenerme yo mismo, recorría los barrios en busca de un trabajo, pero era difícil, gracias a mi ceguera, yo no “sirvo” para los trabajos, pero en un bar … no le importa si eres un monstruo o un extraterrestre, si haces algo para entretener, te contratan! Y eso es lo que me preocupo, mi gran oportunidad y yo no sabía qué hacer, me decidí a entre y con mi palo, que era lo único que me podía guiarme, me acerque a la cantina donde había golpeado una silla que en esta hice lo posible para sentarme, escuche una vos de un hombre algo extrañado
Am … hola, necesitas algo chico? – moví mi cabeza indicando una negación y sonreí un poco –Vengo en busca de un trabajo– se quedó un poco en silencio, se notaba que no le caía muy bien lo de mi vista –Cuántos años tienes muchacho?... – suspire profundo casi pensaba que todo eso de que eligen a cualquiera era mentira!? – Ah tengo 14 parezco menor pero si quiere le doy mi iden… – me interrumpió se le escuchaba que se reía –Para tener un trabajo aquí debes tener algo en especial, y ser ciego no es muy especial – me reí un poco este hombre era genial, no me  trataba como un niño de 5 perdido sino como que si fuera uno normal –Pues… se tocar el órgano, pudiera dar una demostración ahora… si no le gusta me iré, que dice, trato? –estire mi mano esperando que me la extendiera – Casualmente, si tenemos uno, pero nada de vals por favor, estos tipos no son de ser buenos –sentí como estrecho mi mano y me llevo a una silla, pase mi mano y sentí las teclas, perfecto… estuve unos minutos no tan importantes, así que salteare esta parte, toque órgano, bla bla, conseguí trabajo de entretenimiento, bla bla, me convertí en socio del jefe del bar, bla bla.

Los años pasaron muy rápido iba bien en la escuela, pero lo que me pareció raro, es que no percibía la presencia de Scott, no escuchaba hablar de él, ni que le hablaran… E-él se había cambiado?, pues parecía que si, ya que le habían dado una beca en una universidad o algo así. Pues bien un peso menos, no me haría pensar en el nunca más!, pero… todavía duele recordar que me dejo tirado como perro dos veces, aunque la segunda vez también fue mi culpa.

Volviendo al tema, pronto el mejor día de mi vida llegaría, pero mejor lo contare con suspenso, así jodo a las personas que leen esto haha~. Bien,  empezó todo en el bar, estaba limpiando las copas que mi jefe me había mandado a hacer, de repente escucho que alguien me llama diciéndome “cantinero” me había sorprendido y me acerque a él, le iba a explicar que no era cantinero, ni nada de eso pero el muy … el señor… siguió terco pidiéndome una bebida alcohólica con su risa como la de papa noel, suspire algo pesado y busque por la repisa, le iba a dar uno de los mejores vinos, pero… como sabría yo, cuál de todos es? Estuve buscando por el olfato hasta encontrarla, de ahí fui nuevamente y le pedí que me digiera hasta donde. El hombre, ya feliz me llamo nuevamente dándome propina que me la había guardado el mismo en mi bolsillo, y lo demás lo había puesto en la mesa, agarre el vuelto y lo deje cerca de la caja para que mi jefe la ponga en la caja, cuando este vino, le pregunte cuanto me había dado de propina, había escuchado como se sorprendía y empezó a tartamudear – M-m-mil dólares! … – me dijo primero me reí tomándomelo en broma, eso es imposible, la propina nunca podría ser esa! – Dime chico!, que pudiste saber de ese hombre?! – me sorprendí parecía que hablaba enserio – Uh… su voz era como típica de borracho pero formal, am terco, caprichoso y bueno eso es lo que pude saber – el jefe me agarro de los hombros –Se reía gravemente?! – wow, lo conocía? – Ah? Si.. por? – empezó a reír y vio el vuelto, como se comportaba el jefe creo que era mucha plata –Esa persona, mejor dicho ese ricachón, a mantenido mi bar desde hace muuucho tiempo,  parece no importarle la plata, la usa hasta para fumar! – en ese momento apreté un poco más el billete que tenía en la mano – Jefe … puedo… tomarme esta semana, a-aunque sea 4 días … – su voz se tornó en duda –Uh? Que pasa chico, te sientes mal? – negué con mi cabeza y sonreí guarde el billete y le explique lo que necesitaba hacer.
Esa noche al regresar a mi casa agarre mi teléfono y llame, al atenderme suspire un poco, estuve como una hora hablando, acordando un día específico para ir a ese lugar que debía ir para poder solucionar el mayor problema, mañana ese era el día. Al día siguiente, fui a la hora que había citado, esperando que sea mi turno para que me atiendan, había una lista con nos números y las chicas llamando por nombre y apellido a las personas para que se acercaran, había llegado mi turno me acerque y deje un sobre que contenía la plata que había juntado todos estos años –Vengo para … mi operación.–

Vincent x ScottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora