1ra Pieza

3 1 0
                                    

A los 16 años en pleno 1873 no había muchas opciones siendo mujer. Por suerte si entre tus atributos más firmes se encuentran la "belleza" sumado a la idea de que provenir de una buena familia, lo más probable es que al menos tengas una opción para sobrevivir en este mundo hostil de manera sana y con suerte con algo de amor real pero al menos tendrás un buen esposo también.

Yo no elegí casarme, es más, hasta el día de mi casamiento no conocí a mi "media naranja" ni tenía mucha curiosidad por hacerlo si es que me tengo que sincerar - Es un hombre bueno, Felicitas, hizo sus estudios en Europa y tiene mucho dinero- Es lo único que mi padre repetía cuando quería información sobre quien parecía que sería mi único "dueño" por lo que restaba de vida. Para serles sincera, no tenía muchas ganas de casarme, es que enserio ¿Quien quiere casarse a los 16 años? Nunca hice ninguna travesura, ni siquiera dormía fuera de horario.

Mi boda fue un hermoso 17 de Mayo en pleno otoño con las hojas naranjas por todas las calles, mi madre mandó a pedir las telas más caras para mi vestido y nunca en mi vida me vi tan elegante tan linda tan ¿Pura? No lo sé, pero la seda de ese vestido y esas capas de tul hacían que por un breve momento se sintiera como la decisión más hermosa de lo vida aunque mi corazón gritara que huyera tan rápido como pudiera. Tenía una mezcla de sensaciones en el estómago que no me dejaba admirar ni aquellos zapatos se brillantes que tanto me había costado elegir ¿Como se llamaría? ¿Tendríamos cosas en común o seríamos polos opuestos? Una parte de mi se resignaba a creer que un hombre de su círculo social pudiese ser cortes siquiera con alguien como yo, mientras que otra parte sólo esperaba que aunque sea intentara tratarme amablemente.

Mientras mi madre cepillaba mi cabello y me miraba con dulzura, intentaba sacar la mayor cantidad de consejos cuerdos que pudiera darme -Intenta no enfadarle, se buena esposa, él será un buen hombre lo prometo- decía mientras colocaba aquel broche bordado a mano en mi cabello. ¿Será que enserio era un buen hombre? Mamá conoció al muchacho cuando mi padre me vendía cuál mercancía, ella me conocía, o al menos a mis gustos en cuanto a muchachos... Eso espero.

El camino a la capilla era tan largo que pensaba que que no iba a terminar, nunca vi a mi padre mirarme con tanto cariño, no podía decepcionarlo, que descaro si quiera pensarlo. Al entrar a la iglesia toda la gente me miraba con ojos de ilusión mientras mi futuro esposo miraba al padre del lugar, quizá tenía la misma duda que yo o quizá solo no quería mirar. Casi solo me centre en el mientras caminaba, ni siquiera note la orquesta tocando la marcha nupcial o cuanto tarde en llegar al altar.

Pero ahí estaba, Louis Tomlinson Tercero, el joven más rico de la Medonia Austral. Hijo primogénito de los Tomlinson o para ponerlos en contexto, una familia con tantas tierras y riquezas que cualquier chica en mi época hubiera dado todo por estar con él y yo había tenido el privilegio de estar ahí. Obligada, pero ahí estaba. Frente a quien definiría el resto de mi vida para bien o para mal.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

White silkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora