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Se acercó a mi con gran hazaña,posicionando sus rodillas en el suelo y preguntó: -¿como te sientes Astrid?
sí, este era mi nombre que significaba belleza.

Dí un paso hacía las piernas de mi madre porque me aterra este hombre.

-ven no tengas miedo, no te haré daño.

Pude notar una mirada lujuriosa llena de engaño. Mis padres me obligaron a acercarme, tocó mi mejilla con suavidad y me dijo:
-eres muy hermosa, haces alusión a tu nombre eh.
Soltando una carcajada para nada de felicidad

Sonreí incómoda a  boca cerrada y mis padres agradecieron tal halago

Pastor hendrich : era un hombre que había dedicado la mitad de su vida a ser fiel servidor de la iglesia, todos en el pueblo lo admiraban por ser el conducto del gran Dios. Tenía esposa y 2 niñas, Zara y Cara se veía de unos 35 años, parecía ser un hombre culto lleno de valores, escondía un terrible secreto y si se revelaba su vida se arruinaria por completo.

Amaba pasar tiempo con estas 2 chicas, pero sentía que algo con Zara no estaba bien, su cara luego de haber estado en el parque de diversiones juntas no era la misma, sus brillos en sus ojos habían cambiado y su inocencia no se encontraba.

Me sentí mal por verla así, decidí acercarme y agarré su mano con delicadeza y la soltó rápidamente.

-yo...lo siento, no es nada

Lo dijo con temor y se alejó de mi lo más rápido posible

Sentía curiosidad de saber que pasaba, pensé que éramos cercanas...

Con el paso de los días noté ojeras y moretones en varias partes de su cuerpo, repetía muchas frases extrañas acerca de la vida, traté de acercarme muchas veces pero se negaba siquiera verme.

nuestros miedos no detienen la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora