Café.

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Luka entro de nuevo a aquel bar, y fue en busca de su hermana, cuando caminaba se encontró con aquel varón que acompaño a Adrien a esa fiesta, aunque no pudo reconocer su rostro, el cabello gris lo delataba. Luka intentaba evitar hacer una escena, pero, al recordar el estado en el que Adrien se encontraba, el coraje se le subía hasta la cabeza. Quería golpearlo hasta que quedará inconsciente, pero sabía que eso complicaría aún más la situación, y hasta por eso, podría ir a dar al bote.

Suspiro y siguió buscando con la mirada a su hermana, hasta que por fin la encontró.

— Oye! Juleka! — Exclamó haciendo captar la atención de la mencionada.

— ¿Que pasa? ¿Porque te vez tan pálido? — Cuestionó ella preocupada.

— Me tengo que ir, sucedió algo y... Me tengo que ir, te veo en casa, no llegues tan tarde, dejare la puerta entre abierta —

Juleka se extraño, pero, no le dió mucha importancia. Luka solía ser así, aveces se iba por x razón, o simple porque quería estar solo, alzó los hombros y siguió en su relajo.

Luka regreso al auto, y subió a este, miro hacia atrás, y ahí estaba Adrien, acostado en los asientos, parecía haberse quedado dormido. Arranco el vehículo y se dispuso a manejar hasta llegar al apartamento del rubio. Cuando llegó, se pasó para los asientos de atrás, e intento despertar a Adrien.
Adrien no estaba del todo dormido, ya que pudo despertar sin problema alguno. Se sentó, pero aún seguía con la mirada baja.

— Tranquilo, Adrien — Luka tomo la sudadera que tenía el rubio, y se la colocó bien, tomo la gorra que tenía en uno de los bolsos de los asientos, y se la puso al rubio, cubriendo todo su rostro. Parecía que estaba vistiendo a un niño, pero no se le hizo problema.

Nadie tendría ganas de nada después de pasar por un abuso. Salió del carro y abrió la puerta del lado de Adrien, Adrien bajo con lentitud, y su mirada la clavo en el piso. Luka cerró la puerta y el carro, tomo a Adrien de un hombro y así lo llevo caminando hacia la puerta de su pequeña vivienda.

Luka se quedó esperando que Adrien sacará la llave que abría la puerta, pero no hubo movimiento alguno por parte del ojiverde.

— Lo siento, perdí la llave — Hablo con su voz quebrada.

— Está bien, está bien, no hay problema, te llevaré a mi casa entonces, y ya después vemos lo de tu llave! No te preocupes —

Volvieron a bajar las escaleras y el peliazul subió de nuevo a Adrien al vehículo de ahí se fueron a casa del Couffaine. Cuando entraron en esta, se encontraron con la madre Couffaine, quien lo miraba asombrada.

— Hola mamá — Saludo el peliazul.

— Buena tarde, señora — Hablo Adrien con dificultad, pero sin dar la cara.

— No te esfuerces, vamos! — Luka llevo a Adrien a su habitación. — Espérame aquí — el ojiazul bajo con su madre y le explicó la razón del porque había llevado a Adrien sin avisar.

—  Está bien hijo, a ver si ahorita subo a verle —

Luka hizo una mueca de tristeza, asintió y se fue se nuevo a su habitación.

— Pu- Puedo tomar una ducha? — Pregunto Adrien con voz baja.

Luka sobre salto los ojos — Si, claro! — De su armario saco una toalla y se la dió a Adrien, Adrien agradeció y se fue hacia el baño, ahí se encerró y no pudo evitar seguir con su llanto, estaba totalmente destrozado.

Luka se pudo percatar de lo alto que Adrien lloraba, y esto provocó que un nudo comenzará a formarse en su garganta. 

— Tranquilo cariño, no tienes que llorar  —  La mayor se había dado cuenta de lo mal que estaba su hijo, y sus ojos también se humedecieron.

[+18] Mis Hermosos Ojos Verdes.💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora