Refugio.

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— ¿Cómo te fue? — Pregunto Gabriel mirando a su hijo llegar.

— Mal — Respondió Adrien desinteresado yéndose hacia su habitación.

— Hoy también vendran, así que cámbiate —

— Si me quieren ver, que me vean como estoy, no tengo ni porque cambiarme — Adrien cerró la puerta de su habitación, dejando a su padre hablando solo.

Se tumbó en la cama boca arriba, mientras pensaba en todo lo que había pasado. Nino, Marinette, Paul, Luka, Nathaniel... —¿ Es correcto lo que estoy haciendo? Se pregunto.

Es más que correcto, deja ya de pensar en ese peliazul, de nada te sirvió — Su mente le respondió como si fuera una persona.

Claro que no es correcto! Estás ignorando tus sentimientos, el te dijo que te ama, podrías arreglar las cosas... — Su corazón decidió interferir.

— No! Claro que no pueden arreglar las cosas, deja ya de joder — Su mente y corazón tenían una pelea, y lo peor es que Adrien escuchaba todas y cada una de la palabras que se decían — Acaso me estoy volviendo loco? — Volvió a preguntarse.

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Ya habían pasado 3 semanas desde que Paul llegó al colegio de Adrien, también habían pasado 3 semanas desde que Luka se decidió a no buscar a Adrien. No quería seguir sufriendo por alguien que ya estaba comprometido. Lamentablemente, no con el, si no con otra persona, y es que era eso lo que más le jodia. Cuando aún andaba con Adrien, se prometió a si mismo, comprar un anillo y dárselo al dueño de su pequeño corazón, aquel que le hizo enloquecer. Pero ahora,no era más que una simple promesa incumplida. El amor de su vida, a quien le entrego su todo, se ha ido, para siempre, y lo peor de todo, es que desde lejos miraba cómo aquel, esta siendo feliz con alguien más, alguien quien si podra conseguir su amor, para hoy, para mañana, y para siempre.

A pesar de todo, Adrien quiso comenzar a darle una oportunidad a Paul. Oportunidad de que el azabache conquistará su corazón, así sería menos doloroso tener que casarse a tan temprana edad. Paul lo iba a ver a su casa casi todos los días, y es que los obligaron a pasar mucho más rato, no bastaba con el tiempo que se veían en la escuela. Adrien intentaba estar bien, y pasarla mejor con Paul, pero Paul, cada vez sentía que había un algo en Adrien, que no le permitía conquistarlo del todo.

Un día normal en la casa Agreste. Una vez más, los Roussel presentes.

— Les tenemos una noticia a ambos, obviamente — Hablo Griselle con una sonrisa.

Paul y Adrien solamente se quedaron esperanto esa noticia.

— Ya hemos decidido la fecha en la que se casarán! — Exclamó la mujer contenta.

— ¿¡Que?! — Preguntaron ambos sorprendidos.

— Será este 20 de agosto, osea, el próximo finde semana — Hablo Braulio con la manos en la espalda.

— Pero, tan rápido, no se tiene que ver papeles y todo eso...?! — Pregunto Paul ansioso.

— Pues, lo primero que harán será casarse por lo civil, eso es algo sencillo, y ya para cuando se casen bien, ahí si será cosa de papeleo — Alego Griselle sonriendo — ¿Que les parece? —

— Malo, Malo, Muy malo — Pensó Adrien.

— Está bien madre, lo que tú digas — Decía el azabache agachando la cabeza. Adrien le dió un codazo.

— Bueno, ahora que están arreglados, salgan al jardín, algunos reporteros están esperándolos para entrevistarlos — Hablo Gabriel con total seriedad.

[+18] Mis Hermosos Ojos Verdes.💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora