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*Narra _____________*

-¿Dónde me escondo?-

-Ven conmigo, detrás del sofá- a pesar de la oscuridad pude ver el gesto que hizo con su mano

-¿Cómo sabes que viene?- me sorprendía el como siempre se enteraba

La puerta se abrió, y pudimos escuchar risas; una masculina y otra femenina

-¿Cómo es este?- preguntó

-Pelo liso y moreno, ojos marrón claro, va vestido de traje y unos zapatos más feos que un frigorífico por detrás-

-A la de tres sales, ¿lista?-

-Claro-

-1..2..3..-

-¡MAMA, ESTOY EMBARAZADA! Uy, ¿traes un acompañante? Que despistada, no me había dado cuenta- sonreí inocente

-Me dijiste que eras una mujer soltera y sin hijos- consiguió pronunciar

-Yo... es mi sobrina... le encanta gastar bromas... ¿puedes esperarme fuera, por favor?-

-¿De verdad es tu sobrina?-

-Si, tranquilo- sonrió amable

-Esta bien- salió, no muy convencido mientras cerraba la puerta

-No sabía que traías compañía, mami- sonreí falsamente

-Dejate de tonterías, este es un buen tipo. Voy a pasar la noche en un hotel con él-

-Claro...-

-Tiene dinero- me guiñó el ojo

-Como todos los que pasan cada 3 días como mucho-

-Hay que darle una oportunidad al amor-

-Al amor y al dinero- rodé los ojos

-Miro por vuestro bien. Robby, sal del sofá y cuida a tu hermana. Portaros bien-

-Claro-

Lanzó un beso al aire y cerró la puerta mientras se tambaleaba ligeramente

-Borracha, el olor a vino blanco predominaba esta vez-

-La broma a estado genial- sonrió, aunque se notaba que era un poco forzada

-Mmm... ha habido mejores-

-Por desgracia podrás mejorar-

-Y tú enseñarme como sabes el momento exacto en el que llega- me crucé de brazos

-Se oyen las llaves, tonta- rió

-Oh... tiene sentido-

Volvió a reír y se acercó para abrazarme. Era mi hermano mayor... por unos segundos... pero siempre me protegía y me cuidaba.

                                {...}

Era bonito recordar aquellos momentos junto a él, pues ya hacía 1 año de nuestras grandes bromas.

Ahora todo era diferente; Robby era diferente.
No se como empezó, pero de un día para otro comenzó a juntarse con mala gente y emplear sus acciones, y no eran especialmente buenas; robaba cosas, desde lo más pequeño hasta portátiles, aunque luego la gran mayoría los vendía.

También empezó a tomar alcohol, no mucho, pero lo suficiente para yo saber que había bebido, demasiada práctica cogí a saber cuando alguien bebía con mi madre.

Yo seguía igual, yendo al instituto, intentando estudiar y sacar buenas notas, pues es lo único que podía hacer para no sentirme sola



𝑪𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora