𝐒𝐔𝐍𝐆𝐒𝐔𝐍 || ❝¿Cómo algo tan lindo como unos pétalos podía causar tanto daño?❞
Sunghoon por mucho tiempo había estado soñando con encontrar a su destinado para poder vivir un gran y hermoso romance de fantasía.
Su fantasía se quebró de una mane...
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—¡Que puedo solo, joder!
Solté una carcajada al ver la cara perturbada de la enfermera.
一Tranquilo. 一Palmeé su hombro.
Sunghoon solo gruñó una vez más, como empezaba a hacerse costumbre desde su accidente.
一¿Quiere que llame a un doctor? 一La enfermera apuntó hacia la puerta al ver como Sunghoon se quejaba por el dolor, el solo negó mientras la fulminaba con la mirada.
一Si necesito algo yo lo pediré. 一Le dio la espalda como pudo.
一Sunghoonie-ah, no seas así. Solo estás cansado. 一Lo miré divertido.
El solo asintió y se sentó nuevamente en la camilla. En 10 minutos teníamos que desocupar la habitación, después de una semana ya lo habían dado de alta.
Puedo entender que esté enojado, toda esta semana se la pasó escuchando mis fantasías con Niki. Ahí fue cuando aprendí que no tiene pelos en la lengua.
Se los dije, lo aprendí a las malas.
一¿Cuándo llegará mi tía? 一Le preguntó a la enfermera.
一Llamaron al hospital, tendrás que esperar una hora más. Tu familiar está ocupado.
No fue sorpresa escuchar una maldición salir de sus labios.
En ese momento se me ocurrió una brillante idea. De esta manera podría compensar el accidente, además lograría bajarle dos rayas a su enojo.
一Sunghoon, yo puedo llevarte a tu casa.
一No tienes coche, ¿o si? 一comentó mientras acariciaba los pétalos en su muñeca.
Sunghoon aún no sabía que yo tenía lo mismo que él, no quería empezar a sacar ideas que quedarán incógnitas.
一Podría pedir un taxi.
Un silencio abrazó el lugar. Después de unos segundos, Sunghoon por fin contesto;
—Está bien, odio este lugar. Odio las medicinas. Este cuarto, las cortinas y las ventanas. A tí también te odio Ivette. —Apuntó con su dedo índice a la enfermera, quien trató de mantener una buena cara. —Me largo, vamos Sunoo.
一Joven, ¡tiene que firmar unos papeles!
一Que lo haga mi tía. 一Miró de mala gana a la enfermera.
Hice una reverencia 一disculpándome por el comportamiento del menor一 y ayudé a Sunghoon a caminar.
—Eres un poco salvaje, chico. —hablé cuando finalmente llegamos al exterior.
—Como ardilla voladora.
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