Hasta la Eternidad

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—¿Que tal tu día Stephanie? pregunto con amabilidad aquél chico.

—¡Genial!— contestó aquella chica de cabello rojiso y anteojos con una gran sonrisa en el rostro.
—¿Y que tal el tuyo?—

—"Fatal" primero me roban mi celular, luego se pierde mi cartera y por último se me olvido por completo recoger la ropa de mi madre de la tintorería, pero fuera de todo eso execelente. (dijo con sarcasmo)
—Tienes idea de que me hará cuando se entere que no fuí a recoger su ropa ¡me matará!—

—Y porque no lo reportarte  con la policía— contestó Stephanie.

—Estoy demasiado lejos, pero eso es lo menos importante lo que me importa es llegar a mi casa pero lo peor fue que hasta mi cartera perdí y no tengo dinero ni para pedir un taxi.
—No te preocupes (exclamó la chica de cabello rojiso) yo te puedo prestar o si quieres te presto mi teléfono para que le marqués a Mich para que te venga a buscar digo si quieres.

—Te voy a tener que tomar la palabra Stephanie mejor le voy a llamar a Mich para que me venga a buscar.

—Claro Axel como quieras— dicho esto la chica de anteojos saco su celular de su bolso y se lo entrego a Axel un chico de aspecto pelo negro ojos cafés que vestía mayormente con colores oscuros y opacos.

—¡Bueno! exclamó Axel—

—¿Que pasa? contestaron por la otra línea.

—¡Mich! necesito que me hagas un gran favor (dijo muy alterado Axel), necesito que por favor me vengas a buscar estoy aquí con Stephanie afuera de un restaurante de comida rápida y estoy llamando desde su teléfono porque se robaron el mío y perdí mi cartera, no tengo dinero para pedir un taxi.

—¿Cómo se llama el restaurante? dijo Mich en el teléfono

—"Ankka" contestó Axel viendo el restaurante.

—Entiendo, contestó Mich por la línea, quédate ahí hermano llegó en cinco minutos por ti—

—Gracias contestó Axel, y dicho eso colgó.—
Segundos después Axel le iso entrega a Stephanie de su celular dándole las gracias.

—Pudiste arreglar tu problema dijo Stephanie mi amablemente.

—Claro contestó Axel pronto vendrá Mich a buscarme.

—"Que bien" contestó Stephanie
Bueno me tengo que ir (dijo amablemente la chica rojisa) fue un gusto encontrarme con tigo y que bueno que te pude ayudar Axel.

—Al contrario contestó Axel el gusto fue mío si no hubiera sido por ti me hubiera quedado todo el día aquí. Y ya sabes cuándo necesites un favor no dudes en llamarme.

—¡Claro! contesta Stephanie muy agradecida.—
Y dicho eso empezó a caminar.

Cinco minutos después tal y cómo lo había dicho Mich, llegó a buscar a Axel en un auto blanco con vidrios polarizados muy lujoso y sobre todo se veía muy costoso.
Al llegar el auto, se detuvo justo enfrente del restaurante de comida rápida, bajó uno de los vidrios, el de donde el venía manejando. Y quitandose unas gafas oscuras y con una sonrisa sarcástica y una mirada matadora le susurro a Axel "Que esperas hermanito súbete"sin dudarlo ni un segundo Axel se subió al auto saludo a Mich con un abrazo y arrancaron el auto.

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Las chicas se encontraban muy emocionada en el avión tanto que Melany no resistió las ganas y vómito en una de las bolsas que se encontraban enfrente de sus lugares, pero de igual manera fue porque estaba muy mariada por hir en el avión.

—Te encuentras bien— ( rápidamente dijo Dugan al ver vomitar a Melany.

—Si estoy bien, no te preocupes solo estoy un poco mariada pero nada grave.

Al ver qué Dugan le estaba preguntando a Melany si estaba bien, una azafata no dudo en hir hacia ellas y preguntarles si se encontraban bien.

—"Se encuentran bien" (dijo la azafata amablemente con una gran sonrisa.)

—Si está todo bien— rápidamente contesto Dugan mirando a Melany.

—¿Necesitan algo? dijo la azafata
mirándolas a los ojos fijamente.

—Tal vez un poco de agua (dijo Melany) y tu ¿quieres algo Dugan?

—No estoy bien gracias por preguntar— dicho esto Dugan saco de su bolso su celular conectó unos audífonos a el y se los coloco mientras veía por la ventana el gran paisaje que tenía.

—Enseguida le traigo el agua señorita— dijo la azafata y así mismo comenzó a caminar rumbo al fondo de el avión.

Mientras Melany se recuperaba después de haber vomitado decidió pararse de su lugar e ir al baño a mojarse la cara, cuando hiba a avisarle a Dugan que Hiba al baño se percató que está estaba dormida y no quiso despertarla. Salió de su lugar y camino hacia el baño.

Después de unos minutos Melany regreso a su lugar y justo atrás de ella venia la azafata con una botella de agua que era la que había pedido ella.

—Aqui está el agua que me pidió señorita— dijo la azafata amablemente dondole la botella en las manos a Melany.

—¡Gracias!— dijo con una sonrisa Melany.

—Ya saben si necesitan algo no duden en llamarme.—

—Si no se preocupe señorita gracias— dijo Melany en un tono muy respetuoso y dicho esto la azafata se retiró.

Después de unas horas Dugan se despertó muy ambrienta y le pregunto a Melany.

—Oye Melany tú no tienes
ambre— dijo un poco asueñada todavía Dugan.

—"Si" (le respondió rápidamente Melany) quieres que pida algo con la azafata.—

—Si por favor, amiga— dijo Dugan tallandose los ojos.

—"Señorita" (dijo rápidamente Melany) nos podría traer algo de comer por favor.

—¡Claro! (contestó la azafata muy amable) como que desean.—

—Tal vez una ensalada de frutas no estaría mal— dijo Dugan mirando ala azafata.

—"Okey" y usted que va a desear señorita— dijo la azafata mirando a Melany.

—Lo mismo que pidió mi amiga de favor— dijo Melany sonriéndole a Dugan.

—¡Enseguida!— dijo la señorita y se retiró.

Mientras las chicas se encontraban sentadas en sus lugares, Melany sacó de su bolso una bolsa de galletas que no dudo en preguntarle a Dugan si las quería.

—Traigo una galletas en mi bolso (dijo Melany enseñándole la bolsa de galletas a Dugan) digo, por si tienes mucha ambre, para que te entretengas en lo que viene la comida.

—¡Gracias! (dijo Dugan tomando las galletas) y tú no quieres, dijo está comiéndose la primer galleta.

—"Claro"— (dijo Melany tomando una galleta.

Minutos después llegó la azafata en un carrito con la comida y bebidas de las dos chicas  les hizo entrega de sus platillos y se retiró.

Las chicas degustaron sus platillos, se los terminaron y más tarde volvió a llegar la azafata a recoger los platillos.

—Espero que le haga gustado los platillos— (dijo la azafata con una gran sonrisa.)

—Si todo estuvo delicioso muchas gracias— dijo amablemente Dugan.

—Que bien que le haya gustado—
dijo la azafata y dicho esto se retiró.

Pronto vendrá el encuentro de los hermanos Flair y Dugan cinco votos y sigo escribiendo.

¡Gracias por leer!