Hasta la Eternidad

~5~

Melany y Dugan se encontraban alojadas en un lugar que habían rentado entre las dos, era un departamento muy grande y espacioso muy lujoso por cierto, y lo mejor hera que no había salido tan cara la renta del lugar y de igual manera incluía muebles.

—Ya terminaste de desempacar tus cosas— dijo Dugan muy serena.

—¡Si! ya terminé amiga, ahora iré a tomar una ducha— dijo Melany con una toalla en las manos.

—Que bien amiga, yo aún no termino creo que traje más cosas que tú— dijo Dugan en un tono cansado.

—Si, puede que tengas razón pero, que otras cosas trajiste además de la ropa el maquillaje los zapatos y las cámaras— dijo Melany un poco desconsertada.

—Bueno, es verdad solo traje eso y es lo mismo que trajiste tu pero creó que yo soy más lenta para desempacar— dijo Dugan soltando una fuerte carcajada.

—A lo mejor si — dijo Melany de igual manera riéndose y dicho esto se metió a tomar su ducha.

Dugan se quedo sentada en la cama de su cuarto frente al televisor y no dudo en prenderlo.
Mientras veía la televisión de igual manera desempacaba su maleta y metía su ropa a los cajones.

Más tarde Dugan por fin había acabado de desempacar sus maletas, y de igual forma Melany ya había salido de el baño y ya se encontraba dormida en su habitación pues el viajé había echo que cayera rendida.

Mientras Dugan caminaba por el pasillo de el departamento rumbo a la regadera, no dudo en pasar a la habitación de Melany para decirle que ya había acabado de desempacar sus maletas pero al percatarse que ya se encontraba dormida decidió mejor no despertarla. Y de igual manera ella tomo un baño y se acostó a dormir.

Al amanecer, la primera que se despertó fue Malany, que no dudo ni un segundo en ir a despertar a Dugan para que fueran a desayunar juntas a un restaurante cercano de su casa.

—Despierta Dugan hay que ir a desayunar.— dijo Melany muy acelerada ya que se encontraba muy ambrienta.

—Okey, Okey espera un poco amiga, deja que me lave la cara y que me cambié — dijo Dugan un poco asueñada todavía. Y dicho esto se paró de la cama y se dirijio hacia el baño.

Unos minutos después tal y cómo lo dijo Dugan, salió de su habitación lista para hir a desayunar. Salieron las dos chicas de el departamento y de dirijieron hacia el restaurante.

          

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Toda la familia Flair se encontraba desayunando en el comedor principal de la casa.

—Que tal el trabajo Mich— dijo la madre de los gemelos en un tono bastante amable.

—Interesante, siempre creí desde pequeño que el trabajo de papá era aburrido pero ahora me percató que no es así— contestó Mich en un tono sarcástico.

[Aclaración]
Mich trabajaba desde su casa en la empresa de su padre quien hera un empresario muy famoso y millonario el señor "Stive Flair".

—Que bien hijo, me llena de orgullo que los dos ya se aigan graduado de la universidad, pero tú Axel porque no quieres trabajar en la empresa de tu padre, te ha ofrecido trabajo y tú no lo quieres aceptar— dijo la madre de los hermanos en un tono de regaño hacia Axel.

—Ya te dije que yo voy a trabajar en cualquier lado menos en la empresa de papá, "Odio hacer lo que el asé"— dijo Axel muy alterado.

—No permito que te expreses haci de mi empresa— dijo muy molesto el señor Stive Flair dando un golpe en la mesa.

—Y si ya desidiste que vas a trabajar en cualquier lugar menos en mi empresa, ahorita mismo te voy a cancelar "todas" tus tarjetas bancarias, y desde este mismo momento ninguno de los coches que están en el garach es tuyo "entendiste" — dijo muy alterado el señor Stive.

—¡"Que"!— replicó Axel muy molesto.
— "No" tú no me puedes hacer esto— dijo Axel poniéndose de pié.

—Vomos a ver cuánto tiempo se tarda el niño bonito sin tener nada— dijo en un tono sarcástico el señor Stive, y dicho esto se fue.

—Es enserio mamá vas a dejar que me haga eso— dijo Axel muy alterado y mirando fijamente a su madre.

—Hijo yo no puedo hacer nada lamentablemente tú no quieres trabajar con tu padre ni tampoco quieres poner de tu parte, no toda la vida vas a estar de desempleado viviendo con los lujos y privilegios que te brinda tu padre.—
Y dicho esto Margot Flair, la madre de los gemelos se retiró de la mesa dejando solo a Mich y Axel.

—Tal vez deberías intentarlo hermanito, no está tan mal y además tienes que tener esos grandes privilegios que te brinda mi papá si quieres conquistar a la "chica de tus sueños" — dijo Mich en un tono burlón parándose de la mesa y tocándole el hombro a Axel tres veces.

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—"Que rica está la sopa verdad"— escuché a Melany decirme.

—Si está muy rica es una gran combinación—
Las chicas por primera vez estaban degustando un platillo francés que sin duda sabía delicioso.

—Qué hora tienes pregunté a Melany, pues mi celular se encontraba apagado.—

—Son casi las 11:00 am— me dijo Melany muy amablemente.

—Gracias amiga por cierto, ¿Ya terminaste de desayunar? —

—Si, ya acebe si quieres ya pido la cuenta— dijo Melany muy gentilmente.

—Si por favor— dijo Dugan mientras sacaba su cartera.

—Okey, mesero, mesero— grito Melany.

—Si señoritas— dijo muy amable el mesero.

—Nos podría decir cuánto es la cuenta por favor—dijo Dugan con una sonrisa muy gentil.

—"Enseguida"— dijo el mesero y se retiró por unos segundos.

Unos segundos después tal y cómo lo dijo el mesero, llegó con la cuenta, la chicas pagaron y se fueron.

Al salir las chicas del restaurante se dirijieron hacia el puente más famoso de la ciudad de París Francia, pero primero tenían que ir a el departamento a cambiarse. En pocas palabras ya venía la parte turística de las chicas.

Apenas salieron de el restaurante caminaron unos cuantos kilómetros hacia su departamento ya que les quedaba cerca.

Llegaron y las dos chicas corrieron a sus habitaciones a cambiarse lo más rápido que podían, pues se le había echo un poco tarde.

—"Ya estás lista Dugan" — dijo Melany muy alterada desde su habitación.

—"Un momento" me estoy terminando, de vestir.— grito de igual forma Dugan desde su habitación.

Cinco minutos después las dos chicas salieron de su departamento con un look muy turístico, con sigo llevaban un jeans blancos, unas botas cafés unas chaquetas de piel estás si de colores diferentes y un sombrero del que usan comúnmente los turistas, y de sus cuellos colgaban sus cámaras fotografías muy costosas, por cierto.

Al salir de el departamento, las chicas tomaron un taxi y ahora sí ya se dirijian al Puente más famoso de la capital de Francia.

Espero que te haya gustado este capítulo, cada vez nos acercamos más a una parte muy importante de la historia.

¡Gracias por seguir leyendo!