Capítulo 2

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Tras haber probado una infinidad de ropa, Wang Yibo se apiadó del mayor y volvió a tomarlo de la mano para salir del lugar. Se ganó una mirada confusa por parte del mayor cuando estaban en la moto.

—¿Qué buscas Zhan-ge?

—¿Dónde está el traje?

—No te preocupes por ello. Cuando lleguemos a casa, ahí estará toda tu ropa que te probaste.

Zhan abrió los ojos en sorpresa. Jamás pensó que toda aquella ropa que le había obligado a probarse seria comprada. ¿Con que cara vería a madame Wang cuando se enterara del despilfarro de dinero?

Xiao Zhan tembló por la preocupación, y el menor lo notó. Tomándolo de la cintura nuevamente, lo trajo hacia él, y maldijo su acción ya que esta vez no tenían aún los cascos. Desde esa cercanía, aquel lunar solo le parecía aún más provocador.

El mayor estaba muy hundido en sus pensamientos como para notar que estaba siendo devorado con la mirada. Solo cuando sintió como la mano del menor le acariciaba las caderas, el mayor retrocedió rompiendo el contacto. Se mostró realmente asustado por la acción del otro. El castaño por su parte se sintió molesto.

No con Xiao Zhan, sino con él mismo. Quería tener entre sus brazos al mayor, y ya no estaba seguro de si estaba siguiendo su plan de mostrarle cuan diferentes eran socialmente y de edad, o solo estaba teniendo una cita con el mayor.

Suspiró, y se subió a la moto colocándose su casco, y dejando que el mayor le siguiera. Esta vez, el mayor no se sujetó tan fuerte del castaño. Principalmente, porque la primera impresión de ir en la moto con él, ya había pasado, y segundo, porque sentía que no era correcto tanta cercanía entre ambos.

Queriendo enmendar su error, Yibo llevó a su gege hasta un restaurante no tan lujoso, pero que cumplía con su política de privacidad y buena comida. En el restaurante, Wang Yibo pidió una habitación para ellos. Eso era lo que le gustaba del lugar. Podía comer con sus amigos en cada zona privada sin que nadie más, ajeno a él o sus amistades, lo molestara.

Por supuesto, nunca llevó a ningún amante a este tipo de lugares, debido a que no buscaba nada más que la satisfacción sexual. Sin embargo, Xiao Zhan era diferente, y por supuesto que era diferente, era el novio de su madre. No podía tratarlo mal.

Cuando por fin estuvieron sentados, ambos ordenaron.

Xiao Zhan estaba visiblemente nervioso por estar solo con el menor. En su mente, la sensación caliente de las palmas del menor no dejaba de rodar en su mente. Temía que esa acción significara algo, o que no significara nada y él lo estuviera malinterpretando.

Suspiró, y sacudió su cabeza como si de esa manera estuviera eliminando sus pensamientos inadecuados.

El menor observó esta acción y maldijo internamente. Xiao Zhan se veía tan adorable, más aún cuando este -sin darse cuenta- había abultado sus labios en un tierno puchero. Sin duda, el mayor se estaba sirviendo en charola de oro para el otro, sí, de oro y no de plata por que Zhan valía mucho.

Sin embargo, a pesar de la adorable acción, el hecho de que algo molestaba al mayor no pasó desapercibido por el castaño. Con cuidado, posó una de sus manos sobre las de Xiao Zhan, que estaban unidas sobre la mesa. Ante el improvisto contacto, el azabache elevó su mirada para encontrarse con unos ojos curiosos, cariñosos y sobre todo preocupados.

—¿Sucede algo Zhan-ge? — cuestionó con voz suave, de tal manera que le hiciese saber al otro que no tenía ninguna doble intención, solo saber cómo se encontraba.

Xiao Zhan sonrió ante la mirada del otro. Quería que esa sonrisa le reconfortara lo suficiente como para ocultar la raíz de su aflicción.

—No es nada. Solo estoy feliz de, por fin, poder tener tiempo contigo. Es decir, me habías evitado tanto, y aunque sé que la situación no es cómoda entre los tres, estoy agradecido de que me des la oportunidad de conocerte, de acercarme a ti. Yo quiero... quiero ser recibido por ti, y no ser un intruso en tu familia.

El novio de mi madre (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora