—Mira, tío, si te jodí, lo siento, ¿vale? Pensé que estaba claro que era sexo y ya. Porque por lo menos para mí estaba clarísimo. Yo nunca he dudado de lo que siento por Omar. De hecho, cuando me curé, no cogí la mochila y me fui a ver el mundo por estar con él. Siempre le he querido. Y siempre le querré. Así que no le marees, no le utilices y, sobre todo... ni se te ocurra joderle.