Mi antiguo yo

CAPITULO 1

- Te he traído un paraguas- le dije a mi mejor amiga

-¿Un paraguas?- me dijo Abigail mirando el cielo despejado

- Si, he mirado el tiempo y dice que va a llover así que toma, acuérdate de devolvérmelo.

- Que pereza me das Alann, tu y tus manías de mirar el maldito tiempo. ¿No ves que esta el sol fuera? ¡No va a llover!- me dijo Abigail mientras ponía los ojos en blanco.

- Bueno lo que tu digas, quien avisa no es traidor.

- Tengo que irme, ¿Nos vemos a las 7  en la biblioteca?

- De acuerdo.

Vi como Abigail, mi mejor amiga desde hace dos años, daba la vuelta a la esquina y se marchaba hacia casa. Acabábamos de salir de la universidad  y teníamos un trabajo pendiente por terminar para esta tarde. 

Fui directo a mi casa y cuando llegué ya estaba mi padre poniendo la mesa para comer juntos como todos los días.

- Mmm que bien huele, ¿lasaña?

- Si, de carne. ¿Cómo ha ido el día?

- Bueno como siempre, hemos hecho una práctica con cadáveres en la universidad, Nos han mostrado los órganos de un paciente tras sufrir muchos años cirrosis. 

- Así que ya empezáis con los cadáveres, eh

-Eso parece

- Siéntate a comer y vemos mientras un poco de la serie esa que te estas viendo

-¿La de quien mató a Sara?

-Si, esa

Después de comer subí a mi habitación a terminar los deberes que tenía y me puse a repasar la enfermedad que hemos dado hoy en anatomía, a eso de las 5 de la tarde me llegó una llamada de un número que no tenía agregado.

-¿Diga?

- ¿Spencer?

- ¿Como? Creo que se ha equivocado de número.

- Lo dudo, en 5 minutos en el bar de Aloha

- ¿Que? No se quien eres y no conozco ningún bar que se llame así.

- Soy Marc 

- Vale, definitivamente no se quien eres. Comprueba el número, sigo pensando que te has equivocado.

Le colgué y puse el móvil en silencio, me tumbé en la cama pensando en la extraña llamada que acababa de recibir hasta que me empecé a quedar dormido.

-ALANN!!

-¿Que?- Me desperté sobresaltado

- Me voy a trabajar, son las 7 y media acuérdate de hacer de más para cenar y así cuando llegue ceno.

- Mierda había quedado.

- Pues venga date prisa.

Cogí la mochila con el portátil y me fui corriendo a la biblioteca donde me esperaba Abigail. Me la encontré sentada en las escaleras de la puerta principal con dos cafés en la mano.

-Lo siento Abigail me he dormido.

- Siempre estamos con lo mismo, a veces te daría una patada en el culo.

- Venga no seas borde.

Entramos y nos sentamos en la única mesa libre del fondo. Encendimos cada uno nuestro portátil y empezamos a redactar las últimas diapositivas de la presentación sobre la diabetes.