Capítulo 25 - Final -

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Mientras las investigaciones avanzaban, la policía se vio involucrada en el caso debido a la naturaleza repentina y sospechosa de la muerte de Yangzi. La noticia se difundió rápidamente, y no tardaron en surgir rumores en la comunidad, apuntando a Wang Yibo como el principal sospechoso detrás de la trágica pérdida.

El hospital estaba en un torbellino de caos. Las acusaciones y especulaciones llenaban los pasillos mientras los empleados discutían en voz baja sobre el caso y la figura del médico que había sido despedido. Las investigaciones fueron exhaustivas y meticulosas

Zhan, aún afectado por la pérdida de Yangzi y perturbado por la acusación contra Yibo, había estado evitándolo. La relación entre ambos se había deteriorado, y Zhan sentía un resentimiento profundo. 

La situación se complicó aún más cuando Yibo fue llamado para ser interrogado sobre el procedimiento médico que había realizado. La presión sobre él era inmensa, y su posición en el hospital se volvía cada vez más precaria.

Una semana después, Zhan se encontraba en una habitación del hospital, sumido en sus pensamientos. La tristeza y la confusión lo envolvían. La puerta de la habitación se abrió lentamente, y Yibo entró, con una expresión de preocupación y tristeza en su rostro.

—Zhan, ¿podemos hablar? —preguntó Yibo con voz temblorosa.

Zhan no respondió. Su silencio fue suficiente para que Yibo entendiera que no estaba dispuesto a conversar. Sin embargo, Yibo avanzó hacia él, decidido a hacer que Zhan escuchara su versión.

—Entiendo que estés enojado conmigo —dijo Yibo, tratando de mantener la calma—. Pero necesito que me escuches. Lo que sucedió con Yangzi fue un accidente, algo que no pude evitar.

Zhan levantó la mirada, su expresión una mezcla de dolor y resentimiento.

—¿Accidente? ¿Cómo puedes llamarlo un accidente cuando la gente está hablando de ti? —dijo Zhan, su voz quebrándose—. ¿Cómo puedes decir que lo que pasó fue un accidente cuando la gente te está señalando como el responsable?

Yibo bajó la cabeza, su rostro marcado por la culpa y la tristeza.

—No sé qué más decirte, Zhan. Solo sé que hice todo lo posible para salvar a Yangzi. No tenía idea de que las cosas terminarían así. Pero por favor, créeme cuando te digo que lo siento más de lo que puedes imaginar.

Zhan mantenía su distancia emocional. No podía procesar completamente el dolor y la traición que sentía, y el hecho de que Yibo estuviera en medio de la controversia solo empeoraba las cosas.

Pronto cayó la noche, y tras el nuevo fracaso de Yibo al intentar hablar con Zhan, decidió salir del hospital para despejar su mente.

El ambiente estaba cargado de sospechas y la presión pública comenzaba a pasarle factura. Yibo se sentía exhausto, tanto física como emocionalmente. La constante vigilancia y la necesidad de demostrar su inocencia lo habían llevado al límite.

Las calles estaban solitarias y su única compañía eran las estrellas. Mientras caminaba por la noche oscura, no se dio cuenta de que un grupo de hombres lo seguía a distancia.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar un ruido detrás de él. Se giró rápidamente, esperando ver algo aterrador, pero solo encontró a un pequeño gatito que se movía con sigilo. Aunque el encuentro lo tranquilizó momentáneamente, no sabía que el verdadero peligro se acercaba.

Continuó su caminata, pero de repente se encontró cara a cara con un hombre. En el instante en que intentó retroceder, dos hombres más aparecieron detrás de él, bloqueando su salida.

Escándalo - "Un amor prohibido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora