¿Almas gemelas? - Chris Evans. +18

6. Cameron. 🔞

Veintidós de abril. 2019.

Hoy es la premiere de la película de Chris.

Y estoy nerviosa.

MUY nerviosa.

¿Que haré si una cámara me enfoca? Seguramente comience a tartamudear como idiota.

Ayer Chris me llevó a comprar un vestido en color rojo pegado a mi cuerpo pero al final tiene un caída suelta, un escote en V y espalda descubierta. Debo admitir que Evans tiene buen gusto en moda.
También me regaló unos zapatos dorados de taco aguja.

Quise golpearlo por gastar en mi pero me convenció con unos besos.

Me miro unos cuantos segundos más en el espejo con Stacy detrás. Delineo mi figura con mis manos y acomodo mi cabello.

Tomo un par de fotos que se las envío a mi hermana quien me envía suerte y espera que me caiga en televisión internacional.

Carolina es la única que está al tanto de mi "relación" con Chris. Nunca olvidaré los gritos e insultos que recibí de su parte cuando volvió de su luna de miel y peor aún cuando hace unas semanas le conté todo sobre nosotros.

Aún así ella está feliz por mi y porque al fin me gusta alguien.

Porque si. Me gusta Christopher.

Me di cuenta que me gusta hace unas semanas cuando no podía dejar de pensar en él y lo consulté con la almohada y con todos los perros que ahora viven en mi casa. Finalmente acepté que me encanta ese hombre y quiero llegar con él hasta donde el destino nos permita.

Aún no se lo he dicho, claro. Me da miedo que se lo cuente a su familia y ellos lo alejen de mi.
No tengo que usar mas de dos neuronas para saber que ellos no me quieren.

Y me siento mal por eso porque no sé la razón por la que no les agrado, es decir, ni siquiera me han preguntado sobre mi vida para poder juzgarme.

A comienzos de mes fuimos a su casa y creo que su familia me odia aún más porque Chris me llevará a la premiere en lugar de su madre. Estuve a segundos de cancelar y pedirle que lleve a Marta pero luego recordé que no me perderé un momento así de grande en el mundo cinematográfico solo por una vieja y sus hijos.

Mi teléfono timbra y es un mensaje de Evans anunciando que ya está abajo.

Saludo a los peludos y bajo por el ascensor con cuidado de no estropear nada de mi vestuario.

Una limusina negra está en la calle y un Chris con traje azul marino, una camisa verde claro y una corbata negra está apoyado sobre la puerta trasera.

Silba cuando me ve y me hace girar sobre mi eje cuando llego a su lado.

— No me cansaré de decirlo. Eres jodidamente preciosa.

— Lenguaje — le digo y él carcajea — tú también estás hermoso.

Me pega a su cuerpo y une nuestros labios por unos segundos.

— Podríamos darnos amor en el asiento trasero por unos minutos antes de llegar — ofrece elevando sus cejas.

— No lo creo — niego divertida — pero quizás luego de la premiere consigas algo — le guiño un ojo antes de subir al gran coche.

El chofer es un hombre mayor a quien saludo con emoción y nos ponemos en marcha al lugar.

— No me vayas a dejar sola, por favor — le ruego y el asiente divertido.

— ¿Entonces saldrás conmigo en las fotos?

— No lo sé.

Toda la madrugada me mantuve despierta pensando en si seré capaz de posar ante cientos de cámaras y la respuesta es no lo sé. A las entrevistas es claro que no iré porque me congelaré en ese momento pero las fotos son diferentes.