Personas hay en todos lados, gente también, algunos mortales; pero muchas criaturas mágicas. Están escondidas en muchos sitios, queriendo guardar un poco de esa magia para que no sea robada. Hay veces que están entre libros, otros detrás de los rayos de sol, algunos entre arboles; están al alcance de nuestra mirada que los hace invisibles ante lo cotidiano y eso es lo que los hace tan especiales.
Si algún día te encuentras con uno de ellos, si tienes la suerte de que se muestre ante ti, no lo dejes escapar. Guárdalo en un frasquito de recuerdos que quepa entre los estantes de tu corazón. Te va a enseñar un poquito del amor, sobre todo el propio, a enamorarnos de nosotros mismos y de las enseñanzas que nos deja cada persona que se cruza en nuestro camino. También algún que otro secreto oculto en la sombra de la luna. Aprenderás que la vida compartida con estos seres es un poco más dulce, con olor a jazmín en primavera; se sentirá como la brisa fresca de una noche de verano, o el olor de la tierra mojada por la lluvia. Porque así son, arrastran fragancias y colores nuevos a nuestra vida gris. Por eso, cuando conozcas a uno, jamás lo dejes ir.
Si no te encuentras con uno de ellos, tal vez, solo tal vez, seas una de esas criaturas mágicas.
YOU ARE READING
Tan poco
RandomTextos sobre el amor, el desamor y otras realidades... Empecé a escribir textos breves basados en mi experiencia, algunos de amores, otros de desamores, tal vez alguno de amistades; siempre cargados con un poquito de melancolía para los que disfruta...