"Perfecto"

95 5 1
                                    

De fondo se oye "Love The Way You Lie" de Rihanna y Eminem, es una de mis canciones preferidas.

Me giro y le veo, plantado allí, en el umbral de la puerta;mirándome con ese brillo en sus ojos, sonrío instintivamente mientras se acerca con paso seguro y decidido.

Cuando está justo en frente de mí alzo la vista y le miro a los ojos, sus pupilas dilatadas hacen que solo se vea un pequeño aro de un azul penetrante. Sus ojos irradian deseo y pasión a la vez que cariño y dulzura, ¿cómo no me iba a enamorar de él?, simplemente con su mirada me pierdo y el es el único que puede encontrarme.

-¿Sabes?, no pensaba que esto iba a funcionar,-comienza.-pero poco a poco...

Le interrumpo poniendo mis labios sobre los suyos mientras coloco mi mano sobre su mejilla derecha. Cuando me separo, lo hago lo suficiente como para tener contacto visual con él:

-Shh-pongo mi dedo índice suavemente sobre su boca.-Hablas demasiado.

En ese momento sonríe y se inclina sobre mi, haciendo que nuestros labios se rocen débilmente.

Sus manos viajan hacia mi cintura y me acercan más a él, de manera que nuestras bocas se juntan por completo.

El beso al principio es lento y transmite todo lo que no nos hemos dicho en días. Suavemente muerde mi labio inferior repetidas veces haciendo que un gemido escape de mi garganta. Sus labios se mueven dulces y cautelosos sobre los míos.

Esta sesión de besitos es muy bonita, pero yo tengo ganas de más. Tomo la iniciativa y lamo su labio inferior pidiéndole un paso que el acepta rápidamente. Nuestras lenguas luchan mientras mis manos viajan por su pelo, enredando mis dedos entre este. Una de sus manos se cuela bajo mi camisa haciendo contacto con mi piel y quemando ahí por donde pasa.

Sus labios se separan de los míos y buscan mi cuello, allí, empieza a besar y repartir pequeños mordiscos. Inclino la cabeza hacia un lado para dejarle más espacio. Su boca y lengua se mueven con más agilidad sobre mi cuello provocando un cosquilleo en mi estómago. Baja hasta mi clavícula y continúa pasando su lengua y besando cada centímetro de piel.

Mis manos viajan de su nuca al dobladillo de su camiseta y la deslizo por su cabeza. Durante unos segundos me quedo embobada admirando cada parte de su torso: Sus abdominales, pectorales, bíceps.....todo su cuerpo tonificado y prácticamente perfecto con lunares decorando su piel. Paso mis dedos suavemente por su abdomen haciendo que cierre los ojos un momento. Antes de que los abra vuelvo a besarle mientras mis manos viajan por su cuerpo desnudo.

No tarda en despojarme de la camisa y rodearme con sus brazos mientras nuestros labios se besan como si no hubiera mañana.

Poco a poco va empujándome hasta que la parte trasera de mis rodillas choca con la cama y caigo, él, se coloca sobre mí sin apoyar todo su peso.

Su lengua se dirige a mi oreja, comienza a morder y acariciarla provocando estragos en mi cuerpo. Deslizo mis manos por su espalda hasta llegar a su trasero, donde aprieto provocando que de su boca salga un sonido gutural, se aleja de mi oreja y sonríe.

Baja sus manos y desabrocha el botón de mis vaqueros, deslizándolos por mis piernas hasta caer al suelo. Empieza a besar mi vientre desnudo y bajar hasta acercarse a mi ropa interior, da pequeños besos por los alrededores, pero tan cerca de ahí, que hace que me remueva inquieta en mi sitio.

Algo dentro de mi pide más y más placer, y no pienso quedarme con las ganas. Cuando se quita los pantalones acaricia mi cuerpo y sube para besar mis labios de nuevo. Al tenerlo sobre mi, noto algo duro cerca de la entrepierna, y esque, lo único que nos separa son sus bóxers y mi ropa interior, que consta de un sujetador y unas braguitas de una tela bastante fina. Una inmensa ola de placer recorre mi cuerpo por completo. Nuestras respiraciones son rápidas y descontroladas. Nuestros pechos suben y bajan sin cesar, pero eso no impide que él deslice su mano bajo mi espalda, haciendo que la encorve, para después, en un movimiento rápido, desabrochar el sujetador y tirarlo al suelo junto con el resto de la ropa y la poca inocencia que quedaba entre nosotros.

MarvelousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora