Se cuenta que la Llorona es una mujer que deambula por las calles de la Ciudad de México en busca de sus hijos, a los que ella misma asesinó, enloquecida, durante una noche.
Dicen que aparece en lugares por donde una vez pasó un río.
También se dice que es una mujer muy bella vestida de blanco.
Otros mencionan que sólo se alcanza a ver su silueta, que flota.
En lo único que coinciden, es que siempre que se deja ver se escucha un largo y aterrador grito: ¡Ay mis hijos!
Hay muchas variantes sobre esta leyenda.
Pero una de ellas se relata en la época colonial, la cual es la que relataré.
Se cuenta que una mujer de origen indígena era amante de un caballero español y, cuando ella le pidió formalizar la relación, él se negó porque pertenecía a la alta sociedad, además, ya estaba comprometido con una bella mujer española que, al igual que él, era de la alta sociedad. Este hecho desató la tragedia por la que su alma deambularía en pena.
Cuentan que esa noche la mujer despertó a sus hijos pequeños, un niño y una niña, (ambos hijos del hombre español), tomó un puñal y los llevó al río, el cual se encontraba muy cerca de su casa. Estando ahí, cegada por el coraje, apuñaló a sus hijos varias veces hasta que los dejó sin vida.
Minutos después, reaccionó y, al darse cuenta de lo que había hecho, corrió desesperada por el río y emitió el escalofriante grito por el que la identificamos.
Desde esa noche, no se volvió a saber más de ella y se convirtió en leyenda. Quienes escuchan haberla escuchado, dicen que deambula en las calles y los parques de la Ciudad de México, además de los canales de Xochimilco.
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Hola!!
Perdón por tardar en actualizar, se me olvidó que tenía esta historia, una disculpa.
Pues esta es una de las tantas versiones de la leyenda de la Llorona.
Como todos sabemos, a todo mexicano respetable se le ha aparecido por lo menos una vez la Llorona.
En fin, hasta aquí mi reporte, Joaquín.
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Leyendas Mexicanas
РазноеMéxico es chingón y lo decimos así porque no hay otra palabra en el diccionario que exprese qué tan chingones somos. Nuestra comida, cultura, colores, tradiciones, incluso nuestra forma de morirnos es única en el mundo y lo ha sido desde tiempos anc...