Para los mexicas, lo que determinaba tu destino al morir no era la manera en que viviste, sino las circunstancias específicas de tu muerte, por ejemplo, si te ahogabas en un río, eras enviado a Tlalocán, si morías en una batalla, llegabas a Tonatiuhichan y si te atragantaste con una gordita, ibas al lugar donde arribaban casi todos los muertos: el Mictlán o "reino de los muertos". Quizá creas que al morirte terminaron todos tus problemas, pero en la cultura mexica morir era el comienzo de un largo viaje lleno de espeluznantes desafíos hacia el Mictlán.
1. Apanohuaia o "lugar de los perros".
Que no te confunda el nombre, este nivel no es una isla llena de cachorros, sino un caudaloso río que sólo se puede atravesar con la ayuda de un xoloitzcuintle, por tu bien, más te vale que hayas sido bueno con los animales.
2. Tepectli Monamictlán.
Aquí te enfrentarás a dos montañas que no dejan de chocar entre sí, así que sé paciente y espera el instante adecuado para saltar si no quieres terminar como el chicharrón de la gordita que te trajo hasta aquí.
3. Iztepetl.
De nuevo te encontrarás ante un escarpado cerro. La buena noticia es que no tienes que atravesarlo mientras trata de aplastarte, la mala, es que está cubierto de afiladas obsidianas.
4. Itzeheyacan
Un sitio desolado cubierto de hielo y nieve, el viento helado sopla sobre ti, si no te mueves rápido, no volverás a moverte.
5. Paniecatocayan.
Ésta es una zona desértica donde no existe la gravedad y quedas a merced de los vientos. Tal vez volar te parezca emocionante, pero dejará de serlo si pierdes el control y sales disparado hasta el lugar donde iniciaste tu viaje.
6. Timiminaloayan.
Un sendero infinito donde guerreros invisibles disparan puntiagudas flechas directamente hacia ti. Si no pudiste esquivar esa gordita, ¿Podrás sortear la lluvia de flechas?
7. Teocoyohuehualoyan.
Aquí habitan míticos jaguares que se alimentan del corazón de los más valientes. Sí, sabemos que tu cora es importante, pero si llegaste hasta aquí es probable que ya no lo necesites.
8. Ilzmictlan Apochcalco.
Para que tu alma pueda entregarse a la eternidad, tendrás que soltar todo lo que te ata a lo perecedero. Frente a ti habrá una laguna, sumérgete en ella cual chicharrón en salsa para descubrir lo que hay después de la muerte.
9. Chicuna Mictlán.
¡Al fin eres libre! Lo único que te separa del descanso eterno es una densa niebla, pero, ¿Qué son esos pasos en comparación con todos los que has dado hasta ahora?
Los mexicanos somos, por eso aunque el cuerpo se despida, nuestro espíritu no se detiene. Así somos, disfrutamos la música, la pachanga, el folclor y cada gordita de chicharrón porque estamos seguros que seguiremos rifándonos en todos los desafíos que nos esperen en esta vida y los que vengan después.
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Y una que quería irse al Mictlán después de morir.
En fin, me gustó mucho escribirlo.
Hasta aquí mi reporte, Joaquín.
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Leyendas Mexicanas
RandomMéxico es chingón y lo decimos así porque no hay otra palabra en el diccionario que exprese qué tan chingones somos. Nuestra comida, cultura, colores, tradiciones, incluso nuestra forma de morirnos es única en el mundo y lo ha sido desde tiempos anc...