Cameron Brodeur

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Los toques en la puerta llamaron la atención de la chica, quien se encontraba acomodando sus pertenencias en la sala de aquella nueva casa.

Detuvo lo que hacía y dirigió los pasos a la puerta, ¿quién vendría a visitarla con un clima tan caótico como este?.

Los truenos eran ruidosos, causando algunos sustos en ella, en cuanto a los relámpagos la mantenían en alerta, aunque fuera consciente de que solo era una tormenta como otras.

El sonido del agua cayendo violentamente fuera de su hogar la tenía intranquila.

"Solo un tonto saldría con este clima"

Pensó antes de poner su mano en la perilla y abrir la puerta, encontrándose con una silueta familiar.

- Cameron! – estaba feliz de verlo, se lanzó a abrazarlo pero estaba algo frío, probablemente se debía a la lluvia.

- Hola, Tn - la cálida sonrisa del Rubio fue suficiente para calmarla por unos minutos, lo invitó a entrar, cerrando la puerta tras él.

- No avisaste que venías – mencionó la chica mientras buscaba algo en la cocina.

- Lo siento, perdí mi celular, solo pasaba y quería verte – todo en su rostro demostraba que estaba siendo sincero, veía todo el lugar como intentando memorizar todo.

- ¿Quiéres chocolate caliente? – preguntó la dulce jóven a su acompañante, él solo asintió y se acercó a donde ella estaba - ¿Pasa algo, Cam? -

Si bien todo estaba frío y el ojiazul provocaba esa sensación hogareña que lo caracterizaba, había algo más, una extrañeza en el ambiente que no podía entender.

- No, ¿por? -

- Te veo un poco pálido, ¿has comido bien? Seguro ya te estás enfermando – decía ella mientras ponía las tazas en la pequeña mesa con una expresión de preocupación.

El chico le tomó la mano para llamar su atención, el acto que siguió a ese fue tomar el rostro ajeno entre sus manos.

- Estoy bien, Tn – sabía que su amiga se preocupaba por él, a veces demasiado.

- Bien, te creo – lo abrazó y siguió con lo suyo, preparando aún las bebidas - ¿Y tu auto? No lo ví estacionado.

- Lo dejé cuadras atrás, se... Descompuso – confesó algo pensativo.

- Oh, entiendo –

Parecía una mala mentira.

- Listo – dedicó una sonrisa a su acompañante, acercandole la taza hasta que sus manos la rodearan.

- Gracias, Tn –

Se veía algo pérdido, como si tuviera mucho que pensar, pensamientos invasivos, además de estar frío y con aires de extrañeza, seguro estaba enfermo pero no quería decirle, pensaba ella viéndolo sutilmente.

- Te quiero mucho, Tn - soltó el más alto de la nada, cosa que dejó a la chica procesando todo - Me alegra que seamos amigos, gracias por eso.

- Yo a ti, digo lo mismo, Camy – sonrió para él y siguió tomando de su taza, parecía que la tormenta se había silenciado solo por la presencia del rubio.

- Creo que ya me tengo que ir – dijo con la mirada fija en el reloj que colgaba en la cocina.

- Son las 10, es tarde, ¿quiéres que te lleve o te acompañe? Puedes quedarte a dormir – ofrecía Tn para su amigo, quien la escuchaba atentamente.

- No te preocupes, así está bien, puedo ir solo a casa – volvió a sonreírle tratando de darle calma, pero el hecho de que se fuera solo en la noche cuando hay una tormenta no la dejaba tranquila.

- Seguro? Enserio puedes quedarte –

- Puedo irme solo, tranquila – río por lo bajo, no quiso contradecirlo de nuevo, sabía que el chico ya era bastante terco.

- Está bien, intenta avisarme cuando llegues a casa, ¿si? –

- Lo haré – finalizó con calma dejando su taza en la mesita y comenzando a caminar hacia la salida.

Lo siguió hasta la puerta, no quería que se fuera, no sabía exactamente por qué.

- Bueno, me despido –

- No digas eso, suena a que no te voy a ver otra vez – mencionó riendo por lo bajo, acción que el rubio imitó.

- Buenas noches, Tn –

- Buenas noches, Cam, hasta luego –

El chico salió de la casa con tranquilidad, cerrando la puerta, dejando a su amiga sola dentro del lugar, hasta que esta se dió cuenta de que el jóven no llevaba nada para cubrirse de la lluvia más que su sudadera, así que apresurada comenzó a buscar un paraguas.

"¿Qué tan lejos puede estar? "

Mucho, cuando se asomó por la puerta con el objeto en mano ya no se veía nadie por la calle.

- Que boba - murmuró para si misma, volviendo a la cocina para tomar su taza y sentarse.

Desbloqueó su celular y entró a sus redes sociales, nada realmente interesante.

Dramas y más dramas, siguió bebiendo de su taza.

Al acabar tomó ambas tazas y las puso en el fregadero, luego las lavaria.

Se sentó en el sofá y dejó su celular a un lado, hasta que este comenzó a sonar, era la madre de Cameron, ¿pasaba algo?.

— T-tn - la voz al otro lado del celular se rompía con simples palabras cosa que confundía a la chica - Cameron salió hace unas horas y... Por la lluvia su auto se desvío... Cameron murió hace unas horas, Tn – soltó para finalizar, dejando a la chica petrificada - Lo siento mucho, cariño, hablamos luego - colgó

La menor estalló en lágrimas, ¿cómo podía ser? ¿horas? Apenas habían pasado minutos, ¿quién estaba en su casa si no era él?

"Bueno, me despido"

No podía ser cierto.

Él, él realmente fue a despedirse de ella aún sin vida?.

Por eso estaba raro, por ello no tenían su auto, por eso avanzó tan rápido y la visita fue tan corta.

Cameron Brodeur se había ido, pero no se fue sin despedirse.

Young Cast TUA - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora