𝐔𝐍𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐔𝐍 𝐓𝐈𝐑𝐀𝐍𝐎 ❛𝑷𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐𝒏❜ SNV

ᥴꪖρⅈ𝕥ꪊꪶꪮ 18

Durante varias horas Kamir estuvo sentándose y parándose cada vez que debían de hacer algo nuevo, todo ahí era un lío ya que se llevó la bella sorpresa de que después de anunciar al ganador en dos semanas sería la boda, lo vio como muy precipitado y sin algo de chiste, mantuvo sus pensamientos lejos para poder ocuparse de todo lo que tenía que hacer ese día, durante horas y horas de charla y trabajo, lograron avanzar un poco en la confección del vestido de bodas, las nereidas encontraron el peinando adecuado para la futura novia y esposa de alguno de los participantes, Afrodita observó a su amiga quien ya no parecía estar bien de tantas cuentas, sentones y paradas sin casi descanso dejándola sin muchas energías aunque ella tuviera aquello en abundancia suponía era por lo ataques que sufría por culpa de cierto Dios, la rubia se acercó a la diosa que reposaba cansada y respiración algo agitada en el asunto tan cómodo del lugar, le extendió un pequeño basó con agua el cual se tomó tranquilamente hasta que no quedó ni siquiera la gota de esta.

- ¿mejor? - interrogó a lo que la contaría asintió con una leve sonrisa - ya casi acabará todo esto, solo resiste un poco más

- paciencia tengo - hablo riendo un poco - pero no tanta fuerza como antes

- tu fuerza volverá, ya veras - tomo la mano de la aznacahe la cual sonrió con ternura y la rubia le devolvió aquel gesto - dejame te digo algo Kamir - la de ojos grises le miró impaciente - creo que será mejor que te cases con Poseidón

- ¿ha qué viene tu comentario? - se sonrojo con intensidad a lo que Afrodita se había reído levemente

- a mi los dos no me engañan - se acercó un poco a la cara de su amiga con una mirada muy pícara haciendo que Kamir se sintiera un poco nerviosa - ¿ya ha pasado algo?

- ¿a-algo c-cómo qué? - estaba nerviosa ante la pregunta y más por aquella mirada

- no se, un abrazo, un beso... - se detuvo un miento para ampliar sus onruda juguetona - una noche de pasión

Al oír aquello Kamir logró parecer un tómate de lo sonrojada que se encontraba, hasta parecía que humo podría salir de sus orejas debido a vergüenza, esta negó de forma infantil como si la hubieran acusado de romper algo muy valioso, Afrodita Río grandes pero a la vez suaves carnadas por el estado en el que se encontraba la azabache, esta solo hizo su mirada aún lado debido a que seguía estando nerviosa pensando en sus palabras, las dos primeras cosas si habían sucedido y aún no se acostumbraba pero lo último, hizo que sus sentidos se removieron como nunca, no se imaginaba en esa situación al menos no todavía, no escuchaba las palabras de burla que Afrodita le daba tratando de preguntar de sí de verdad había pasado aquello en los días que ambos la pasaron solos ellos dos.
Las risas de Afrodita se detuvieron al oír la puerta tocarse, la ojos grises volvió a su estado normal y le prestaron atención a la mujer que había entrado, es alta, peli roja en un tono suave y de ojos azules, vestía de un vestido blanco con detalles beige del busto a la cintura y una corona dorada adornaba su suave cabellera rizada.

- espero no interrumpir - hablo acercándose un poco a ambas diosas

- claro que no, Hera - pronunció Afrodita parándose junto a la azabache - ¿qué te trae por aquí?

- quería conocer a Kamir - volteo a ver a la nombrada la cual estaba con una expresión un tanto seria, pero aún con aquellos aires de relajación - eres más bonita en persona

-le agradezco su cumplido, señora Hera - hizo una leve reverencia al oír las palabras - ¿quiere algo de mi?

- solo conocerte, ha que yo seré quien te case con el ganador, quería nada más saludarte - sonrió - ¿te molesta?

- en lo absoluto - se coloco un poco más firme - no para nada una molestia

- eso espero, ah antes de marcharme, queria que una musa amiga mía te acompañe en tu proceso de juego y además de matrimonio - miro a la entrada de aquel sitio donde se encontraba una Musa de cabellos castaños y ojos dorados hermosos se acercó con una amplia sonrisa al ver a la azabache