•. 𓈊 ݁ ، Kang ⑅ Yeonsang 𖤘 ☕ 𓂃

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Yeosang pensaba que hoy sería otro día normal de trabajo, un par de chicas pidiendo su número, señoras que no estaban a gusto con el café o niños tirando por accidente sus batidos. Pero para su sorpresa hoy había sido un día un poco extraño. Primero, el café donde trabajaba solía estar lleno pero extrañamente solo habia un grupo de señoras que podían estar rayando los setentas. Segundo, se encontraba lloviendo, algo que hizo que el pelinegro con mechones rubios se extrañará ya que estaban en pleno verano.

Yeosang se hubiera quedado perdido en sus pensamientos de no haber sido llamado por las señoras de la mesa dos.

- ¿En qué puedo ayudar señoritas? -Pregunto acercándose donde las señoras.

- Ay jovencito, me gustaría otra rebanada del pastel de chocolate -Pidio una señora con cabellera totalmente blanca y lentes color negro.

- Claro, ¿Desean algo más? -Pregunto anotando el pedido.

- Si, quisiera probar este cheesecake de oreo -Pidios ahora una señora un poco más joven que la anterior.

- Muy bien, ¿Sería todo? -Dijo terminando de escribir lo solicitado.

- Si, muchas gracias, cariño -Respondio amable una de las señoras.

- Un gusto, en un momento les traigo sus pedidos -Sonrio ampliamente y se dirigió a la caja registradora.

Yeosang estaba terminando de cortar el cheesecake de oreo cuando una chica de cabello corto y color negro entro a la cafetería y saludo amablemente a yeosang. El chico respondió el saludo y le dijo a la chica "Puedes tomar asiento, en un momento iré a atenderte" la pelinegra asintió tanteando un poco los asientos. Escogió uno situado en la ventana del local.

Yeosang quedó un poco confundido al verle tantear los asientos pero no le dió mucha importancia y con cuidado colocó el pastel de chocolate y el cheesecake de oreo en una bandeja de color rosa pastel y colocó dos cucharas en el bolsillo de su delantal verde.

- Mis bellas damas, aquí tienen su pedido -Con delicadeza colocó cada uno de los pedidos en sus respectivos lugares junto a las cucharas y se despidió de las señoras.

Con un pequeño pañuelo que suele llevar en su hombro limpió la bandeja y la colocó en su lugar. Tomo su pequeña libreta de color azul pastel y la colocó en su bolsillo junto a su pluma. A pasos delicados se dirigió a la mesa donde se encontraba la chica y careaspeo su garganta para llamar la atención de la chica.

- Oh lo siento, no logré escucharte -Dijo mientras posaba su vista en el lugar donde suponía estaba Yeonsang.

- No hay problema, ¿Ya sabes que quieres? -

- Ah si eso, yo no puedo leer -Explico.

- Si quieres puedo leer el menú por ti -Propuso yeo.

- Te lo agradecería muchísimo -

- Bien veamos -Se sento frente a la muchacha cuando porfin se dió cuenta de algo. - Eres ciega -

- Así es, desde que tengo memoria soy ciega -

Oh dios mío ¿Había pensado en voz alta? Ya la cagaste Yeonsang.

- Yo...lo siento -Se disculpó dando una pequeña reverencia pero luego se golpeó mentalmente al darse cuanta que no podía verlo.

- No te preocupes, al menos no me has hechado del local como otras personas -Respondio con una sonrisa amable.

- Bueno, ¿En qué estábamos? -

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