27. Confesión

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—Es que se tiene que ser idiota.

Bakugo estaba irritado otra vez, vaya sorpresa. Tras el aparente emotivo momento con su squad, al levantarse y deshacer el abrazo, Bakugo vio el plato que había roto en el suelo, justo debajo de Kirishima. No le había hecho daño por su quirk, pero algunos trozos de cerámica se habían quedado atorados en la piel endurecida y Bakugo se ofreció a quitárselos.

Ahora estaban en un sillón de la sala común con Kirishima sin camisa y Bakugo a sus espaldas concentrado en su tarea mientras se quejaba de su descuido. El resto del squad se había ido a dormir haceun rato ya.

—No me hice daño. Deja de refunfuñar, Bakugo. —Se defendió Kirishima ante los insultos.

—¿Y si te hubieras lastimado? ¿Cómo le explicarías eso a tu madre mañana? —habló Bakugo mientras sacaba otra astilla de su espalda. Kirishima extrañado se dio la vuelta para estar de frente a Bakugo. —¡Hey! No te muevas, pelos de mierda, aun me faltan un par.

Kirishima hizo caso omiso a la petición de Bakugo y torció la boca en algo parecido a una sonrisa divertido por su preocupación.

—¿Te preocupan mis padres?

Bakugo desvió la mirada.

—Te deberían de preocupar a ti, —evadió la pregunta. —un día de estos les vas a provocar un infarto.

—Te agradaron, ¿verdad? ¿Quieres venir a mi departamento de nuevo mañana?

Bakugo lo hizo voltear el torso a la fuerza para dedicarse de nuevo a su tarea.

—No digas estupideces. No son mis padres, estoy bien aquí en el campus, por lo menos hasta que a la bruja se le ocurra aparecerse por aquí de nuevo. —respondió a la vez que quitaba el último trozo. —Ya está.

Kirishima desactivó su quirk, se colocó la camiseta y se giró en dirección del contrario. Dudó un momento si externar la pregunta que se había hecho presente en su mente hace un rato, supuso que no habría mejor ocasión y se lanzó.

—¿Ella es la razón por la que te sentías tan mal hace unas semanas? ¿Lo de tu insomnio?

Kirishima esperaba que Bakugo se pusiera a la defensiva, que gritara o que simplemente no le contestara, pero luego de un largo silencio, contestó:

—Ella no tiene nada que ver con eso.

Kirishima iba a permanecer contento con la contestación e hizo el ademán de ponerse de pie, pero, para su sorpresa, Bakugo se sentía listo para externarle su martirio. Reía estar superándolo con cada día y los secuestros ya no le causaban malestar, vaya, hasta había dejado las pesadilla atrás. Ese chico formaba gran parte de ese progreso, tenía que admitirlo y si había ayudado tanto, se merecía saber por qué, existía la suficiente confianza para eso.

—Lo de Kamino lo empezó todo. —pausó para formularse el resto en palabras. —Mis pensamientos solo lo hicieron peor junto al progreso de la clase y ver a All Might todos los días como recordatorio. Como no contaba con muchos, me encerré en eso y acabé por perder contra mis pensamientos. —Conecto su mirada con Kirishima que le prestaba suma atención. —Luego llegaste tú.

Bakugo dejó de hablar, pero no hizo ningún esfuerzo por irse, así que Kirishima se sentía en la necesidad de decir algo, lo que fuera. Solo mostrarle que era escuchado por completo cuando habría su corazón hacia él, pero no pudo y Bakugo tenía más que decir.

—Te fuiste volviendo más importante en mi vida, para que yo no volviera a caer. Luego del segundo secuestro, pensé que ya no había oportunidades para que yo mejorara y me mostraste lo contrario. Te veía como un compañero y ahora estoy rodeado de un montón de extras y todos se consideran en amistad conmigo. El squad es un gran apoyo que nunca pensé necesitar, pero mi cabeza entró en otro maldito conflicto.

Duele (Kiribaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora