—¿Y bien? —YoungMi apoya ambos codos en la mesa de la cafetería, mirando con una pequeña sonrisa el rostro confundido del contrario.
—¿Que cosa?
—¿Si hablaste con Jimin ayer?
Oh.
—Uh, si... A-algo así —Aclara su garganta antes de seguir hablando—, Jungkookie me dijo que estaba en la biblioteca, así que fui y h-hablamos, si.
—Mmm, ¿solamente hablaron? Debió ser una conversación interesante, ¿no?
El rostro de Taehyung comenzaba a colorarse, notándose demás en la punta de sus orejas, estaba avergonzado de solo recordar lo que sucedió el día anterior con el rubio, los besos, las confesiones sobre sus sentimientos y los mimos luego de eso.
Suelta una risa nerviosa y un balbuceo inentendible antes de colocar sus brazos cruzados sobre la mesa y esconder su cara ahí.
—El hábito de esconderse contra la mesa... ¿De quién era originalmente? ¿De Jimin, o tuyo? Ambos hacen lo mismo —YoungMi ríe cuando el castaño desenreda uno de sus brazos para golpear juguetonamente su costado.
—¿Porque me preguntas de ayer? —Un suave susurro escapa de sus labios, bastante bajo, pero por suerte la chica logra escuchar.
—Simplemente me causa curiosidad, ambos estaban demaciado alterados y raros ayer, preguntando por el otro y así, solo quería saber como terminó todo, se ven más relajados ahora, ¿que casualidad, no?
Otra risa, más nerviosa y audible que la anterior, se escucha, ahora las orejas de Taehyung están completamente rojas, seguramente al igual que su rostro que aún sigue oculto.
—Ji-Jimin y yo... Él... Ayer... —Levanta su rostro de apoco para después balbucear y volverlo a esconder.
YoungMi vuelve a reír, un poco más suave y leve, acarisia de forma amistosa el hombro de Tae antes de levantarse de su silla.
—La campana sonara pronto, ¿no tienes clases?
Taehyung niega —Hoy tengo hora libre.
La chica lloriquea.
—Yo tengo literatura, desearía tener esa hora libre, pero el profesor Kim es muy responsable como para faltar.
El castaño ríe un poco y finalmente levanta la cabeza.
—Disfrutaré está hora el doble por ti.
—Más te vale —YoungMi voltea, dispuesta a irse, pero solo da unos pasos antes de parar bruscamente y mirar a Tae—. Ah, por cierto, yo quiero llevar los anillos al altar.
Y finalmente sale corriendo entre risas, dejando atrás a un Taehyung procesando aquellas palabras.
—Si será... —Y con el rostro sonrojado por la vergüenza camina hasta los patios de la escuela.
El castaño pasa por algunos salones antes de llegar a la parte exterior de la escuela, ve a todos esos maestros explicando sus temas, y a varios alumnos concentrados mientras otros hablaban en voz baja o simplemente estaban distraídos. Solamente al llegar a uno en específico se detuvo.
Ese es el salón de Jimin.
Puede verlo tan concentrado, tomando anotaciones rápidas, el sol de la tarde se cuela por las ventanas, Taehyung no sabe si por sus propios sentimientos su cerebro distorsiona su vista un poco, pero ve a Jimin en ese momento como el ser más hermoso de la existencia, solo faltan las flores de cerezo callendo en el fondo y sería como una cliché escena de un anime shojo.
Se queda parado ahí, a un costado de la puerta, no le importa si alguien lo ve o algo parecido, simplemente se queda ahí, mirando.
En ese momento comienza a rememorar un poco todo lo que a vivido con Jimin, desde su adorada infancia hasta el momento en que comenzó a tener sentimientos románticos hacia el mayor.
Sus mejores recuerdos siempre fueron aquellos donde Jimin estaba, desde el hecho que el rubio lo defendía cuando eran más pequeños hasta cuando se mostraba vulnerable sin temor a ser juzgado por el castaño.
Esas noches de pijamadas donde dormían acurrucados hasta el hecho de hacer compartido su primer beso hace no mucho.
Taehyung solo puede deducir una cosa con todo eso: siempre y cuando Jimin este a su lado, él es y sera la persona más feliz del mundo.
Una sonrisa decora su rostro, observa al rubio un momento más y luego sigue caminando, sin que su sonrisa desaparesca.
Taehyung es feliz, se siente feliz.
Y se va sin darse cuenta de que cierto rubio había notado su precencia y visto como sus estrellas brillaban de forma hermosa, como debe ser.
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Hello my pretty alien ||MinV||
FanfictionJimin sabía que su mejor amigo no era un alien, pero si lo fuera, sería el más precioso del universo.