Introducción

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Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.

Pareja principal: Kacchako.

Sabía que su mirada sobre ella en cada momento que se presentaba la oportunidad era evidente

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Sabía que su mirada sobre ella en cada momento que se presentaba la oportunidad era evidente.

Su interés en cada cosa que ella hacía o decía era muy evidente.

¡Su atracción por ella era bastante evidente!

Antes trataba de negárselo a sí mismo, se corregía y clausuraba cualquier tipo de sentimiento de atracción/romance por esa chica, alegándose a sí mismo que no había tiempo para eso, que él estaba en UA porque sería el héroe que superará a All Might.

Todo marchó bien por unos cuantos meses en su primer año de la academia, hasta que después... pasó el maldito festival deportivo, el cual pactó y firmó su condena ante unos ojos color chocolate claro y unas mejillas llenas y rosadas.

—Estoy jodido —había dicho después del enfrentamiento, sentado sobre una silla de una de las salas de espera mientras pequeñas migajas de concreto adornaban su cabello rubio.

Sí, después de la batalla había aceptado su derrota a pesar de haber ganado en la explanada.

Perdió porque aceptó que él, Bakugou Katsuki, el increíble hombre que solo viviría para ser el número uno y demostrarle a todos lo genial que él era, también podía enamorarse y sentirse tan atraído como una abeja a la miel por una "estúpida" muchachita de apariencia enfermamente dulce y personalidad afable.

Sí, la cachetona le gustaba, pero el curso de su vida debía continuar, así que hizo caso omiso a esos sentimientos por bastante tiempo.

Hasta que en segundo año fue testigo de cómo un pendejete de un grado menor fue hasta ella en la hora de receso para confesarle todo el amor que poseía por ella.

Se sintió aún más jodido en ese momento. Su corazón dio un vuelco y pudo sentir como patéticamente su piel había palidecido varios tonos, dándole un aspecto fantasmal que, sin duda alguna, preocupó a la prole de idiotas que se auto proclamaban sus amigos.

—Bakubro, ¿te sientes bien? Pareciera como si hubieses visto a tu mamá.

—¿Que dices? Su mamá está bueni- —sus palabras fueron cortadas al recibir un fuerte golpe en la nuca que hizo que su cabeza fuera hacia adelante.

—No le hagas caso a este fenómeno, mejor dinos qué es lo que te tiene así —Sero fue el siguiente en demostrar su preocupación luego de casi haberle roto la cabeza al chico de la electricidad.

Sin embargo, nada de lo que sus amigos dijeron o de lo que el pendejo descerebrado dijo de su mamá fue capaz de hacer que desviara sus ojos de la escena frente a él.

El apocado chico estaba inclinado y empequeñecido frente a la hermosa castaña que seguía viéndolo con sorpresa después de su declaración. Al rededor de ellos habían algunos alumnos emocionados que esperaban la respuesta de la castaña y tras esta estaban sus curiosas e igualmente emocionadas amigas.

Todos sabían que Uraraka era un tanto popular debido a su belleza y personalidad, era sabido que tenía varios pretendientes, tanto hombres como mujeres, así que era emocionante ver que alguien se había puesto los pantalones para tratar de ganarse el corazón de la amable castaña.

Y esa misma amabilidad que tanto la hacía sobresalir, era la misma que la estaba haciendo dudar tanto en su respuesta.

Soltó un suspiro ansioso y después repasó su mirada castaña por todo el sitio, topándose con miradas expectantes y algunas otras llenas de envidia. Cuando volteo hacia sus amigos, pudo notar entre estos a Bakugou Katsuki, quién la miraba tan intensamente que su vista se quedó clavada sobre la carmín por varios segundos.

No fue hasta que él desvió la mirada y se giró para irse del sitio que ella pudo reaccionar.

—Me siento bastante halagada —comenzó, dirigiéndose al chico que seguía inclinado frente a ella —, pero no puedo corresponder a tus sentimientos.

Y a pesar de que Bakugou ya se encontraba yéndose, pudo escuchar todo a la perfección.

Nadie lo vio, pero en su rostro se había pintado una mueca de alivio junto a una sonrisa torcida.

Había estado reprimiéndose por bastante tiempo, pero ya no. Sí, sus metas seguían siendo la mismas, superar a All Might, ser el número uno, ser un gran héroe... pero también lo era conseguir todo lo que quería y eso aplicaba también en conseguir a Uraraka Ochako para él.

 pero también lo era conseguir todo lo que quería y eso aplicaba también en conseguir a Uraraka Ochako para él

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Notas de la autora:
Yo sé... que debo terminar otras historias... pero es adictivo crear más historias mientras tengo otras en curso. Lo lamento.

Conquista agresiva | Kacchako Donde viven las historias. Descúbrelo ahora