Para situaciones desesperadas, medidas desesperadas.

424 49 12
                                    

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.

Pareja principal: Kacchako.

Bien, él era un genio, no iba a negarlo después de alardear abiertamente sobre lo bien dotado que estaba su cerebro y cómo nadie podría igualarlo nunca —ni volviendo a nacer—, sin embargo, podía permitirse también admitir que para estos temas, él ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bien, él era un genio, no iba a negarlo después de alardear abiertamente sobre lo bien dotado que estaba su cerebro y cómo nadie podría igualarlo nunca —ni volviendo a nacer—, sin embargo, podía permitirse también admitir que para estos temas, él estaba total y completamente jodido.

En medio de su desesperación, tuvo que recorrer a medidas tremendamente drásticas. Lo que estaba haciendo era tan oscuro, tan aterrador y deshonroso que nadie nunca jamás debía enterarse.

Lo que estaba haciendo era...

—¡Por una puta mierda, Shinohara! ¡Este tipo te esta tratando como un jodido perro y ahí estás tú, lamiéndole los pies como estúpida! —un manga de romance juvenil salió disparado hacia una esquina de la habitación, estrellándose dramáticamente contra la pared.

... lo que estaba haciendo, lo más oscuro y horripilante que había hecho en su vida era leer mangas de romance.

Para situaciones desesperadas, medidas desesperadas.

Sin embargo, esa bizarra y asquerosa medida no estaba funcionando, ¡al contrario!

Ya había leído bastantes mangas de romance juvenil y todo era una basura, nada servía, todas las relaciones eran tóxicas y los protagonistas eran tan desesperantes.

Aunque... definitivamente estaba agarrando un gusto atroz por esas cosas del infierno.

Hizo un gesto de repulsión y terminó por echarse de espaldas en su cama, admirando el techo como si eso pudiese darle alguna respuesta a sus nuevos problemas.

Sí, problemas, porque eso eran.

El romance en sí era un maldito y gigantesco problema rosado y vomitivo del que se juró jamás tener que lidiar. Pero no, ahí estaba, enamoradísimo como un maldito baboso de la estúpida chica que tenía mas cachetes que rostro.

Debería rendirse y dejar ese sentimiento lo más enterrado posible dentro de su ser, pero era imposible. No podía no hacer nada cuando toda su vida había luchado por lo que deseaba, no luchar por ella sería rechazar sus propios principios y eso era algo que Katsuki Bakugou no podía permitirse.

Pero por el jodido jesucristo... todo era tan difícil.

Cuando intentaba acercarse y hablar con ella, las manos comenzaban a sudarle más de lo normal, su cara se sentía vergonzosamente caliente y su corazón parecía a punto de explotar y provocarle una ridícula muerte.

Conquista agresiva | Kacchako Donde viven las historias. Descúbrelo ahora