⌜01• Dᴜᴅᴀ sɪɴ ʀᴇsᴏʟᴠᴇʀ⌟

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Su mirada clavada en aquella muchacha, estaba increíblemente molesto

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Su mirada clavada en aquella muchacha, estaba increíblemente molesto.

Mientras ella lo observaba con una mirada nerviosa.

Lo traje porque tenia el presentimiento que lo quisieras ver, no seas malo...

Le dice de manera telepática la muchacha, haciendo que el peli-rosa desvíe su vista al suelo algo avergonzado.

Mientras que él, él no tenia idea de lo que sucedía entre sus dos amigos.

Se notaba a lo lejos la tensión, la mirada descontenta del psíquico también lo ponía de nervios y lo admitía.

Algo me dice que es porque yo estoy aquí...

Suspiro con nerviosismo el pobre Reita, estando en medio de aquellos chicos. Sus miradas estaban totalmente clavadas en los ojos del contrario, como si se estuvieran desafiando.

El Toritsuka no lo comprendía, y creía que era mejor no comprenderlo. Solamente no tenia ganas de saber el porque estaban así.

Debía admitir que sabia bien que Kusuo no quería verlo. Y no es que haya hecho algo malo para que tenga sentido, ni él sabia lo que había hecho para que el mismísimo chico que admiraba lo evite.

Ya que ni trataba de evitarlo, lo veía a lo lejos y en segundos se iba rápidamente del lugar.

Bien sabia que ese peli-rosa lo considera una gran molestia, pero si fuera por eso mucho antes hubiera sido evitado en vez de justo ahora.

Tal vez si era evitado, pero no de esa manera.

Y aunque tratara de acercarse, no había ni una pequeña, mínima oportunidad para que este quiera hablarle.

Lo ignoraba, e incluso trataba de camuflarse para que no le hable, eso llegaba a molestarlo.

Puso sus manos en frente de ambos, chasqueando los dedos en frente de ellos.

—... ¿Y bien? ¿Para que venimos? —. Cuestiono inquieto mientras trataba de sacarlos de aquel trance.

Mikoto sonrió ampliamente, mientras el Saiki menor solo desvío su mirada con un ligero rubor.

Era apenas notable, pero claro que el médium lo había notado. No tuvo la oportunidad de preguntar sin ser arrastrado por la rubia.

Ella estaba emocionada, diciendo que no había que perder tiempo, y Kusuo solo los seguía en silencio.

Parecía estar ciertamente molesto, pero de alguna manera también estaba relajado. Y por más que el médium quiera saber, era obvio que se quedaría con la duda.

Habían pasado por varias tiendas, viendo atuendos para la clarividente, o para alguno de ellos. Y lo que el peli-rosa creía peor es que la mayoría que ella les recomendaba iban en conjunto.

Por lo que no aceptaba ponérselos.

Eso enfadaba internamente a la chica, la cual a veces tenia que arrastrarlo al vestidor.

Ambos chicos estaban algo inquietos, y solo a uno se le notaba.

No lo quería admitir, pero tampoco es que pudiera ocultarlo. Era difícil para él, totalmente lo contrario al bajo cerca suyo.

Este se estaba muriendo de la vergüenza y nervios que sentía, pero era obvio, no se le notaba en ningún lado.

Mientras la muchacha tarareaba felizmente una canción, estaba contenta por haberlos reunido, otra vez.

Hace mucho no los veía juntos, y ahora que sabia lo que el psíquico sentía, estaba realmente emocionada por juntarlos.

Aunque claro, en la cara del peli-rosa, estaba demasiado obvio que ese plan no le gustaba en lo absoluto.

Pero ella sabia que algo tenia que hacer, después de todo, ninguno de los dos daría un primer paso para estar juntos. Eran algo tímidos en ese sentido.

Por lo que la Aiura seria su casamentera en esos momentos, ellos dos si que lo necesitaban aunque no lo sabian.

La vista de la muchacha se desvía en un momento, dirigiéndose a una tienda que a ella le encantaba y sabia que también llegaba a tener cosas para ellos.

En segundos agarro del brazo al peli-morado arrastrándolo y dejando atrás al peli-rosa por la emoción.

Claro que a este no le importaba en lo absoluto, ya que tampoco es que le importara demasiado. Pero en cuanto sintió una mano agarrar la suya se sorprendió.

Pensó repetidamente en aquel toque, mirando hipnotizado sus manos.

El pequeño toque lo había enamorado, otra vez luego de un tiempo estando asi de loco por él.

Miro hacia arriba, observando como habían parado de la nada.

Mirando al frente, habían llegado a la tienda que estaba a unos centimetros de ellos.

Y Kusuo seguía mirando como bobo sus manos.

Adoraba aquel agarre, en especial si venia de aquel muchacho. Dios, como lo adoraba, ni sabia como explicarlo.

Claro que salio de su burbuja cuando sintió un estirón y un llamado hacia él, haciendo que su mirada se desvíe al médium al lado suyo.

—... ¿Podrías soltar mi mano? Por favor —. Le pide el peli-morado, dándole a notar que llevaba pidiéndole eso desde hace rato.

Y detrás suya, Mikoto haciendo un corazón con sus manos. Su rostro ya era un tomate totalmente rojo.

En dos segundos saco bruscamente su mano entrelazada mientras se daba la vuelta, tratando de ocultar su rostro de su vista.

El Toritsuka solo agradeció con confusión y fue a probarse el traje que la fémina le había pedido.

Kusuo solo entro al lugar avergonzado, no quería pensar en aquello demasiado, pero esa fue una de las peores vergüenzas que paso.

Y claro que notaba a la Aiura menor riéndose entre dientes con un aire burlón hacia el psíquico, por lo que la fulminó con la mirada nada más notarlo.

La muchacha lo observo sonriente otra vez.

¿Listo para ver a tu futuro novio en ese traje?

Le cuestiona, aún con esos aires burlones cerca del peli-rosa. El cual le pego un codazo en segundos.

Era claro, estaba emocionando. Pero no lo quería admitir para nada.

Trago saliva mientras su mirada estaba en el suelo.

No quería pensar mucho en la vergüenza que paso hace unos minutos, pero sabia que era casi imposible no hacerlo.

ೄྀ࿐ ˊˎ-
¡Holaaaa!

¿Como están? Espero que bien.

¿Que les pareció el capitulo?

Espero les haya gustado, perdón por tardar-

No puedo ser muy puntual en esto.

Pero igual, agradezco cualquier espera 😋

En fin.

Los amoooo <3

❤︎Pᴏʀǫᴜᴇ ᴛᴜ?❤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora