En el lugar menos pensado

Mi gusanito, que se convirtió en Dragón.

Nunca pensé que sentiría un dolor tan grande, como el que sentía desde que Mew me había abandonado, mientras giraba en mi cama, toqué con mis dedos, la marca que sus dientes me habían dejado, el sentir los surcos en mi piel, me hizo derramar nuevas lágrimas, acompañadas de sollozos y gemidos lastimeros, no entendía porque mi castaño me había dejado, quizás para su gente las parejas no eran tan importantes como para nosotros, o simplemente él no me había amado tanto como decía.

Sabiendo que no dormiría más, me di una ducha y me permití llorar de nuevo, últimamente sólo eso me permitía continuar, era como si llorar, liberara un poco del dolor que sentía dentro de mí.

Cuando llegué a desayunar, mis padres estaban en la mesa, con una reverencia los saludé y me senté en mi puesto, esperando a que colocaran la comida en mi plato, cuando la gente del servicio salió, mi madre rompió el silencio.

- ¿Hasta cuándo estarás así hijo?, dijo con un tono suave y preocupado -Nunca te he visto así de mal.

- ¿Nos dirás que pasa pequeño?, dijo mi padre en el mismo tono -Somos tus padres, queremos ayudarte.

-En la cárcel conocí a mi compañero, dije sin despegar la mirada de mi plato, cada palabra era una herida abierta n mi corazón -Sin embargo, no fui lo suficiente para que se quedara a mi lado.

-Lo siento mucho hijo, dijo mi padre tomando mi mano -Si lo amas, ve a por él, sabes que tienes todo nuestro apoyo.

-A veces el amor no es suficiente padre, dije sintiendo los ojos aguados de nuevo -Él no me amaba como yo.

-El amor siempre es suficiente bebé, dijo mi madre tomando mi otra mano y dándole una suave caricia -Pero respetaremos tu decisión y te apoyaremos en todo.

-Gracias, dije agradecido por mis padres, sabía que, en mi planeta muy pocos tenían la bendición de tener unos padres como los míos -Superaré esto y seré más fuerte.

Después de eso terminamos de comer en silencio, cuando estábamos a punto de acabar, Mild me anunció que tenía que ir a mi chequeo regular, como miembro de la realeza y rey debía checarme cada 6 meses, para asegurarle a todos, que estaba bien para gobernar, mientras caminábamos a la enfermería, mi amigo no dejaba de hablar.

-Tenemos una reunión a medio día, donde se trabajará fuerte en reestablecer la conexión, con los planetas que están aislados, dijo mirando su agenda electrónica - ¿Me estás escuchando?

-Siempre Mild, dije entrando a la enfermería y saludando al médico, que ya me esperaba, cuando quedamos solos, me metieron a las maquinas que hacían el chequeo completo y me sacaron una muestra de sangre y otra de saliva, cerca de una hora después, me estaba vistiendo.

-Su señoría, ¿podemos hablar?, dijo mirando mis análisis con atención, cuando me senté frente a él, me mostró una placa médica que era ilegible para mí.

- ¿Qué sucede Phu?, dije enarcando mi ceja y esperando a que se explicara.

-Está en estado su alteza, tiene 4 lunas llenas, dijo con alegría y una enorme sonrisa -Felicidades, el reino ya tiene heredero.

La noticia me dejó helado, era como si todo pasará en cámara lenta y las palabras de mi médico, se escucharan lejos y poco claras - ¿Se encuentra bien su alteza?, dijo con preocupación.

-Todo está bien Phu, dije dándole una sonrisa para que se calmara - ¿Cuánto tiempo, puedo ocultar esto?

-Es relativo su alteza, todos los embarazos son distintos, pero viendo su contextura física, me aventuraría a decir que, a las 7 lunas, ya será visible el pequeño heredero, dijo mirándome fijo, sin pestañear - ¿Desea continuar con este embarazo?