OBSESIÓN [Jenlisa]

•Capitulo 7•

//METRO//

"Estoy loca por ti. Tócame una vez y sabrás que es verdad, nunca quise a nadie así. Todo es nuevo. Lo sentirás en mi beso ... Estoy loca por ti".  - Loca por ti, MADONNA

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LISA

Solo pensar en su coño intacto me hace la boca agua.  La veo frotar su coño un poco más y lamer mis labios en invitación.  Si así es como ella lo quiere, así es como lo va a conseguir.  Y mi cuerpo está más que dispuesto a darle todo lo que necesita.

"Necesitas besarme para que pueda correrme. Necesito prepararme para que no me lastimes cuando finalmente me folles por primera vez con tres de tus dedos dentro de mí".

Estoy un poco cabreada con sus palabras.  Y realmente excitada, a pesar de que nunca la lastimaría.  Alguna vez.  No sé quién cree que soy, pero ella es mi mundo.

Nunca haría nada para dañarla.  Y si eso significaba no follarme nunca con ella por miedo a lastimar su cuerpo, entonces no lo haría.  Ella significa más para mí que un buen polvo.

"Jennie, piensa en esto antes de hacerlo. ¿Realmente quieres que nuestra primera vez sea así? ¿Por qué no me desatas y podemos hablar más de eso?"

Quiero esto más que nada, pero no quiero que ella piense que esta es la única forma en que puede tenerme.  Tampoco quiero que se lastime solo por tenerme.  Quiero ser amable y tomarme nuestro tiempo, pero sé que ella necesita tener este control.  Solo quiero que se asegure de que esto es lo que quiere, aunque estoy aterrorizada de que cambie de opinión.

"¡No! Deja de intentar hacerme cambiar de opinión, no sucederá."

Ella se inclina y se pone a centímetros de mis labios.  Tiro de mis ataduras.  No quiero nada más que acercar su cuerpo desnudo al mío y fusionar nuestros labios.

"Bésame, Lisa. Bésame como me amas. Y será mejor que lo digas en serio. Quiero nuestra primera vez llena de amor esta noche. ¿No es así?"

Quiero eso más que nada.

"Jennie—"

Antes de que pueda confesarle mi amor, ella sella nuestro beso.  No pierdo el tiempo.  Le meto la lengua en la boca para probarla.  Ella es como la miel tibia, y al instante me siento necesitada.  No hay otra explicación para ello.  La necesito.

Frota su coño en mi muslo y me muero por tenerla.  La consumo con mi beso, dándole con mis labios todo lo que desearía poder dar con mi cuerpo.  Sintiendo su cálido néctar en mi pierna, me aparto y le digo lo que necesito.

"Jennie, déjame besarte el coño. Por favor, solo una probada para que te corras. Quiero tu coño en mi boca, amor".

Dios, quiero su coño.  Quiero ser gentil y fácil con ella, y tal vez si la libero, ella me desatará para que yo pueda darnos lo que ambos necesitamos.  Verla sonrojarse ante mis sucias palabras me hace temblar.  Jesús, nunca había estado tan ansioso por comerme a alguien.

Mientras sube por mi cuerpo, deseo por millonésima vez poder romper estas ataduras y hacer lo que quiero.  Me viene a la mente cierto juguete nuevo y brillante y estoy jodidamente emocionada de pensar cuánto quiero que los usemos juntas.  Nosotras, ella y yo.  Pero, en cambio, tengo que darle el control que cree que necesita.  Quizás pueda intentar preguntar de nuevo.

"Amor, ¿por qué no me desatas para que pueda disfrutarlos a todos con mis manos?"

"No. Deja de preguntar. Haré que te corras, aquí estoy a cargo."

Está convencida de que no podría querer esto tanto como ella.  Esta equivocada.  Si finalmente no la había hecho moverse esta noche, yo lo haría por ella.  Sabía que ella se estaba preparando para esto y tenía todo en su lugar.