Inquilino inesperado.

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James



Connor hoy salió del hospital y yo por estar en la agencia no había podido ir a dejarlo a su departamento como me habría gustado, se que él lo habría hecho si estuviera en su lugar. Pero realmente hemos avanzado con respecto al spotter ahora sí, sabemos que nos tendió una trampa, pero lo que no sabe es que logramos recuperar información de los discos duros de las computadoras, suponemos que no le dio mucho tiempo de planear lo de la bomba y no alcanzo a borrar la información y eso nos benefició a todos.

Por ello no pude llegar a tiempo por él, ahora mismo le daré la noticia, solo espero llegar pronto, me emociona decirle que su estadía en el hospital no fue en vano, que logramos algo que quizá sea importante.

El problema es el tráfico y la acumulación de personas ya que pronto comenzará a llover, anunciaron una fuerte tormenta para esta noche, así que quiero llegar antes de eso para regresar al departamento con Jade, me he dado cuenta de que estos días he tomado la costumbre de buscarla después del trabajo y pasar tiempo con ella, eso me mantiene equilibrado por todo el estrés que la agencia me genera.

Continúo manejando con una velocidad nada prudente cuando tengo camino libre.

Al llegar a la calle del apartamento de Connor, entro al estacionamiento del edificio y aparco en el lugar de uno de los vecinos de mi compañero quien no tiene auto y no tolera que yo lo utilice como mío cuando vengo, lo cual me saca una sonrisa porque se que se ira a quejar y dejará basura en la puerta de mi amigo.

Cierro la puerta tras de mi aun sonriendo y tomo el ascensor que esta en el estacionamiento para llegar al piso que ya conozco bien.

Al llegar camino por el pasillo hasta llegar a la puerta única puerta blanca de este piso. Toco esperando respuesta y como no la hay lo vuelvo a hacer.

Escucho que alguien se acerca y frente a mi se encuentra la forense rubia que le gusta a Wells con un plato de sopa en su mano.

—Pasa. —dijo apenada. —Él esta en la habitación.

—Gracias. —es todo lo que le dije y me dirijo con mi amigo aun atónito, creo que debo prestar más atención a lo que me dice.

Entro a la habitación sin tocar, cuando dirige su vista a mí me doy cuenta de que estaba esperándola a ella. Su rostro ya tiene menos moretones y los cortes están cicatrizando rápidamente.

Se encuentra en una posición que pareciera que está sentado, aunque no lo esta realmente, no del todo, tiene que reposar unos días más, ya que una madera de gran tamaño cayo sobre su espalda como para que sufra de vez en cuando al agacharse o hacer un movimiento brusco con ella.

En la habitación solo se encuentra él, no estoy seguro si su hermano no se encuentre en el departamento o si salió, que por lo misterioso que se ve mi amigo y esa mujer seguramente estaban teniendo un momento intimo y yo los interrumpí.

—Veo que te encuentras bien acompañado. —le digo.

—Se que sonara loco, pero agradezco que esto me haya pasado. —comenta. —Sino fuera por ello, ella me seguiría rechazando. —se planta una sonrisa en su rostro.

—Que idiota. —digo. —No venia a saber sobre tu vida amorosa, lo que venia a decirte es que hay información en los discos duros de las computadoras de ese maldito.

—Eso es un alivio, como no habías dicho nada creí que no habíamos conseguido, aunque sea su número telefónico.

—También descubrimos que el doctor que dejo ir a Margaret con ese extraño sin nuestra consulta fue sobornado para hacerlo, hace unas horas lo detuvieron.

Agente JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora