YA NO ESTAS [emiliaco]

Cincuenta y cuatro

Emilio

No voy a decir que estaba totalmente seguro en que sería más fácil, pero hay momentos en los que siento que me asfixió y este momento, desgraciadamente es uno de esos.

Ver a su familia frente a mi resulta ser más complejo que en un inicio. Y al no recibir respuesta supongo que quieren que siga

—Quisiera expresar mi arrepentimiento ante lo que le hice señor Bondoni, no fue nada ético y aunque ustedes digan que fue justificable no lo creo, yo sé que lastime mucho a Joaquín, pero mi relación desde el inicio fue honesta, me gustó de una forma que ninguna persona ha hecho y ahora que volvimos a coincidir ya no quiero perder más tiempo

Siento la mirada de todos los presentes y Renata incluso dejo de comer por echarle ojos a su hermano.

—Permiso- se roba mi atención mi amiga Lua

Sus padres insistieron mucho, cosa que no quise porque ya sé para donde va esto y no me imagino que tan bien han quedado para seguir con lo suyo.

—¿Lua verdad?

—Si, mucho gusto

El padre de Joaquín se para con el fin de saludarla.

—Tienes muy bonito acento - le oímos a su mamá y ella sonríe tímidamente.

—Tengo muy arraigado el inglés, pero sé hablar otros idiomas, incluyendo el español

—Que maravilla, nos alegra mucho que hayas venido a México, Emilio ya nos contó un poco de ti

—Les agradezco recibirme en su casa, es preciosa enserio

—Que bueno que te guste, siéntate a desayunar con nosotros

Me ve y yo asiento mientras Mera ya le ha arrimado una silla para estar de su lado.

Su padre nuevamente vuelve su posición. Toma un poco de café y se ve con su esposa, que tanto deben decirse con los ojos, terror es lo único que siento.

—Joaquin nos comentó que ya habían hablado, debo admitir que al principio me costó mucho aceptarlo porque sufrió, jamás había visto a uno de mis hijos tan lastimado y creeme cuando te digo que no queremos eso para Renata y menos nuevamente para nuestro Joaco

—Aún así - le toma la mano su esposa y se adelanta —Nosotros sabemos que hay gente y situaciones malas, y que por desgracia no están en nuestras manos solucionar, justamente eso es lo que te paso, nosotros siempre hemos sido de la idea en que debemos permitir que cometan sus propios errores para saber manejar cualquier situación, eso mismo hizo nuestro hijo

—Yo no te tengo ningún rencor si eso piensas Emilio, incluso me llegue a preocupar por tu familia y mucho más cuando supe su perdida que por cierto lo sentimos mucho, pero nunca podría odiar a un jovencito como tú qué hizo de todo para tratar de proteger a mi hijo, no a mí, esto lo hiciste por Joaquín y aunque pensé que podrías llegar a decirme, hiciste lo que creiste correcto para tu mamá y hermanos

Me duele recordar lo vivido, mucho más el hechizo de que su familia me tuvo la confianza para que yo hablara, si yo no dije nada fue porque efectivamente tenía miedo que las cosas fueran a empeorar.

—Cuando su hijo fue a Londres todo coincidió, él fue a verme a mi casa y le pedí una disculpa, nunca se ha merecido una situación así, ninguno de sus hijos porque ambos son increíbles, ahí fue cuando conocí a Mera y a Alysa, siendo sinceros pensé por un instante en que Joaquín se había casado

Joaquín había estado a la deriva hasta que me escucho y me vio con una mueca.

—Jamas creí que sintiera tanto impacto el hecho de que fuera a verme, pero lo entendí mucho mejor cuando él se alejo, me sentí muy vacío señores, me sentí egoísta por querer que se quedará, e incluso paso por mi mente irme con él, pero así no fueron las cosas, pasaron semanas después para que Joaquin siquiera se sintiera de la misma forma nuevamente, voy a ser totalmente sinceros cuando les digo que sigo queriendo a su hijo, quiero esto, quiero este tipo de  platicas cuando algo salga mal y quiero tomar aviones para verle, todo lo que se relacione con su pequeño