CRECER AGRIDULCE ©

CAPÍTULO 33: LAS PACES

Han pasado varios meses desde lo que pudo haber acabado en tragedia para Esmeralda y Jaqueline, afortunadamente pudieron ser rescatadas a tiempo, pero el susto, la angustia y el trauma no ha podido perecer. El padrastro fue vinculado a proceso por abuso sexual a menores, maltrato infantil e intento de homicidio en primer grado, se encuentra preso y muy lejos de las jóvenes por lo que no volverá a hacerles daño. Nadie se enteró sobre la situación en que se encontraban ambas chicas cuando el hombre entró en la habitación para violentarlas de modo que su secreto estaba a salvo. El padre de Jaqui al enterarse de lo sucedido, hizo su aparición para resguardar a su hija, la custodia de la madre fue arrebatada para dársela a su ex esposo por ser incapaz de protegerla durante todos los años en que estuvo bajo su cuidado.

Danna y Sergio han sido de gran ayuda para la terapia que han recibido las chicas ya que han contado su testimonio sobre cómo han sido testigos de las autolesiones de Jaqueline debido a su trauma por el abuso que recibió por parte de su padrastro durante años, la manera en como ver a su amiga autodestruyéndose les afectaba en sus vidas y lo mucho que querían ayudarla, pero no sabían cómo hacerlo puesto que son jóvenes e inmaduros como ella. Durante la sesión por fin Esmeralda reveló las quemaduras que se infringía a escondidas de su madre, esto impresiono a todos ya que nadie se imaginaba que la adolescente tenia los problemas suficientes para ser capaz de hacerse daño a si misma.

Los chicos de su grupo no sabían a ciencia cierta qué es lo que habían pasado sus compañeras, pero dejaron atrás sus diferencias y comenzaron ayudándolas a reponerse en las materias que tenían atrasadas, les explicaban las actividades que no entendían y les pasaban las tareas para que no se esforzaran demasiado, al final todos querían graduarse al mismo tiempo de la secundaria.

Son épocas decembrinas lo cual significaría que los chicos harían intercambio de regalos en la posada del salón de clases. Jaqui sostiene el regalo de su ex novio Josué no está muy convencida de lo que está haciendo, pero es parte de la actividad de la materia de tutoría, el chico la observa arrepentido de lo que sucedió entre ellos.

—Es la primera vez que me dirigirás la palabra en meses— ella sonríe, pero él no entiende por qué.

—Era necesario para no terminar sobando tu cabeza con una silla— le entrega el regalo.

—Perdóname no estoy orgulloso de lo que hice, fui un completo imbécil contigo y lamento no haber estado ahí cuando me necesitaste— la chica posa su mano en la mejilla del muchacho.

—No te necesitaba a ti, todo paso como tenía que pasar, lo que importa es que ahora todo es diferente— posa su mirada en Esmeralda quien se encontraba dándole su regalo a Keila. —Y no te preocupes ya estas perdonado, ¡Feliz Navidad!

—¡Feliz Navidad Jaqui! —ambos chicos se abrazan.

Sergio se siente apenado ya que tiene que entregarle su regalo a Viviana y no ha cruzado palabra con ella desde que filtro las fotos besándose con Daniel. El chico cabizbajo decide retirarse, pero ella lo detiene.

—Hey Sergio, tú tienes algo que es mío— el chico voltea para entregarle el regalo sin decir nada. —¿No me desearas una feliz navidad?

—No tengo cara para desearte nada, bastante daño te cause al cogerme a tu novio para que al final ninguna de las dos nos quedáramos con el— sus ojos comienzan acristalarse.

—Me hiciste un favor, mi madre era la que insistía en que anduviera con él y déjame decirte que no somos diferentes, yo también le hice daño a Jaqueline al follarme a Josué, ambos deberíamos de irnos al infierno— el rostro de Sergio se ilumina al escuchar eso último.

—Querida, nos veremos estupendas en el— le extiende su mano a Viviana, ella la toma y juntas salen del salón de clases.

Carolina se encuentra muy nerviosa pues le tiene que dar el regalo que le toco a la que ha sido su víctima de burlas en los últimos dos años de secundaria, Danna. La muchacha se encuentra escribiendo en su cuaderno privado, pero siente una presencia a sus espaldas, voltea para cerciorarse de quien se trata.

—Te entrego el regalo ¡Feliz Navidad! — dice Carolina para retirarse lo antes posible, Danna la mira de manera extraña.

—¿Debo decir gracias?

—¡Pude no haberte traído nada! Perdón, no quise alzar la voz solo que es extraño para mi regalarte algo cuando tú y yo no hemos sido las grandes amigas.

—Porque tú no lo quisiste así, nunca entendí por qué todas se alejaron de mí en primer año todo lo que hice fue para tratar de agradarles, pero nada de lo que hice valió la pena— dice Danna cabizbaja.

—La verdad es que Valeria nos hablaba muy mal de ti, nos decía que te creías perfecta y que nos veías inferiores, si alguien de nosotras se juntaba contigo le haría la vida imposible hasta que nos graduáramos, pero nunca pensamos que sería tan mala persona como para acosarte de la manera en que lo hizo y ser parte del homicidio del pobre Rogelio, siendo honesta te quiero pedir disculpas por lo mal que te abre hecho sentir en todos estos años, Sorry— la adolescente conmovida por sus disculpas le da un fuerte abrazo, Caro se siente sorprendida pero también le responde, en pocas palabras ha aceptado sus disculpas sinceras.

El efecto de la navidad ha hecho que los corazones de los adolescentes se sensibilicen y arreglen los problemas que tanto los han lastimado durante todo el año.