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Escúchame bien, muñequito. Mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco de las cuencas.
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Y Hyun-Suk ahora se encontraba apuntando hacia a ellos, directo hacia TaeHyung quien mantenía su dura mirada negándose a soltar a su chiquillo para ser exactos.

-¡Es mentira, JeongGgukie! ¡Está mintiendo!-Negó frenéticamente el castaño con la arma temblando entre sus manos, EunWoo estaba paralizado mientras observaba la escandalosa escena.

El pelirrojo le miró con sus ojos cristalizados por el miedo aún en los brazos de TaeHyung, el tatuado notó la acción y trató de controlar el ataque de ira que probablemente vendría.

-¡Y-Yo no quería, JeongGuk! No sabía que JaeMin estaba en la red... y cuando lo supe yo creí que sería mejor que estuvieras con TaeHyung que con los otros dementes.

-Preferiste abandonarlo antes de decirle a la policía, no querías que te delataran. -Añadió el mercenario sin importarle que estuviera apuntando a su cabeza.

-Hyun-Suk...-Trató de acercarse EunWoo al muchacho, éste se alteró moviéndose rápidamente para apuntarle también.

-¡Quédate ahí! ¡V-Voy a dispararte si te mueves! No me importa si eres mi amigo, hice que TaeHyung asesinara a JaeMin.

JeongGuk abrió sus ojos con impresión cuando escuchó las palabras de su compañero de clases, TaeHyung le miró inexpresivo.

-¡E-Eres un mentiroso, Hyun-Suk! Confíe en ti, ¡Siempre supiste todo! ¡Te dije que tenía miedo de S-SeokJin!-Le gritó el pelirrojo entre pequeños sollozos, sus brazos se aferraban al cuello del tatuado con fuerza. Estaba confundido, está claro que TaeHyung no era muy diferente a los demás, él era un asesino pero no podía evitar sentirse protegido cerca suyo.

Definitivamente podría elegir a TaeHyung entre todos los dementes, ¡No quería a SeokJin, ni a JiMin, ni a Hyun-Suk! Todos eran unos sádicos, unos enfermos que querían hacerle daño. Comenzaba a creer que TaeHyung era su protector, el instinto de confianza que le brindaba lo hacía sentir seguro.

-¡No, no, no! ¡No sabía que SeokJin era de la red oscura! ¡No lo sabía, JeongGgukie!-Gritó alterado mientras se acercaba a ambos, JeongGuk escondió su rostro nuevamente en el cuello de TaeHyung aterrado.

-No te atrevas a dar un jodido paso más. -Advirtió el mercenario mirándolo con ese destello sádico en sus ojos, estaba más que furioso y EunWoo sabía que no vendría nada bueno.

-¡Cállate, mierda! ¡Entrégame a JeongGgukie!

Hyun-Suk le quitó el seguro al arma acercándose aún más a ambos chicos, TaeHyung se tenso apretando su mandíbula con demasiada fuerza.

-Ven aquí, JeongGgukie. ¡T-Te llevaré con tu mamá!-Balbuceó nerviosamente extendiendo su mano para que la tomara, con la otra mano libre seguía apuntando directo a su cabeza.

El chiquillo pelirrojo negó soltando sollozos en el cuello de TaeHyung, las manos del azabache lo rodeaban con fuerza aferrándose a su cuerpo.

-¡D-Déjame, Hyun-Suk!

-¡Hyun-Suk, ya basta!-Gritó EunWoo desde su lugar, observó a todos lados en busca de algo que pudiera golpear al muchacho. Hyun-Suk lo ignoró, su mirada estaba clavada en JeongGuk con tanta insistencia.

EunWoo tomó una de las rocas y TaeHyung le miró con una pequeña sonrisa en sus labios. Ambos sabían que hacer y no tenían problema en hacerlo.

-¡Maldición, ven aquí ahora!-Le ordenó alterado el castaño tomándolo del brazo, TaeHyung le dedicó una mirada furiosa y hizo el amago de moverse pero Hyun-Suk le apuntó directo al rostro mientras quitaba a JeongGuk de su cuerpo.

-¡Basta, Hyun-Suk! ¡Hyungie!-El miedo se reflejaba en los ojos del pelirrojo que se negaba a soltarlo pero Hyun-Suk ya lo tenía, el rostro del mercenario era la misma definición de Satanás.

-¡Cállate!

La gota que colmó el vaso o más bien el ángel perteneciente del diablo que Hyun-Suk tocó fue el detonante para que TaeHyung presumiera sus más mounstruosos instintos.

En un hábil movimiento TaeHyung colérico le tomó del brazo, pateó con fuerza su rodilla logrando desestabilizarlo para así poder arrebatarle el arma de las manos. EunWoo se acercó corriendo con la roca en manos y lo comenzó a golpear con fuerza en la nuca, Hyun-Suk en el suelo intentaba defenderse de los golpes.

-T-Tae...-Susurró JeongGuk mirando la escena con temor y retrocedió inconscientemente.

El tatuado mercenario empujó a EunWoo con fuerza alejándolo de Hyun-Suk, tomó la arma en el suelo y sin rechistar le disparó directo al rostro al menos cinco veces haciendo una escena totalmente llena de sangre.

-¡Maldito hijo de perra! Púdrete en el infierno.

-No veas, Gguk. -Le dijo EunWoo antes de taparle los ojos al pelirrojo impidiendo la horrorosa visión de lo que hacía TaeHyung.

La respiración errática del mercenario y su expresión eran aterradoras, seguía acabándose las balas del arma con Hyun-Suk aunque ya estuviera muerto, aunque hubiera un desastre de sangre por todo el lugar.

-Todo está bien, Gguk. -Susurró el rubio intentando tranquilizar al menor, Tae se limpió las manchas de sangre de su rostro y soltó el arma agotado.

Sus roncas risas hicieron eco por el lugar mientas se limpiaba con fuerza cada mancha de sangre sobre su rostro y cuerpo.

-TaeHyung, ya basta. -Expresó EunWoo aún tapando los ojos de JeongGuk, el mercenario le dedicó una gélida mirada antes de acercarse a ambos.

TaeHyung jaló el brazo de JeongGuk abrazándolo con ansiedad, las manos de JeongGuk se aferraron a su cintura sintiéndose protegido.

-¿Estás bien? El hijo de puta te golpeó en la mejilla. -Soltó con dureza tocando con sus manos ensangrentadas las mejillitas rellenitas de JeongGuk, el chiquillo asintió con temor
-Escúchame bien, muñequito. Mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco
de las cuencas.

-Gracias, Hyungie. -Le dijo aguantando las terribles ganas de llorar por lo que sucedía, el azabache imposible de resistirse estampó su labios con los de él en un beso desesperado. Su boquita se sentía cálida, pura, virgen.
TaeHyung quería comerle la boca de mil maneras diferentes y lo estaba haciendo, JeongGuk jadeó cuando la húmeda lengua del hombre exploró su boca con experiencia. El hasquido del beso se escuchaba de una manera obscena pero eso no importaba, TaeHyung disfrutaba de sentir cada detalle de él.

Y estaba dispuesto a hacerlo por la eternidad.




©VANTESSIVE


extra maratón 2/7

𝐃𝐞𝐞𝐩 𝐖𝐞𝐛 - 다중Donde viven las historias. Descúbrelo ahora