Uno

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La primera en notar que algo estaba mal fue Hermione, y no era sorprendente debido a lo observadora que era la castaña y que la preocupación por su amigo se había activado en cuanto Mcgonagall entró en la sala común avisando que estaban atacando el castillo.

Los alumnos de primero a quinto fueron obligados a quedarse dentro de la sala común, sexto y séptimo tuvieron la opción de quedarse o salir a ayudar a cuidar la sala común afuera del retrato. Y solo séptimo podía recorrer los pasillos y salir a luchar cara a cara con los intrusos. Mcgonagall no se sorprendió de ver llegar a la mayor parte de séptimo de la casa de Gryffindor liderados por el trío de oro a las escalinatas del colegio, tampoco le sorprendía la inteligencia de los Ravenclaw y Slytherin por quedarse dentro del castillo merodeando y vigilando la entrada de sus salas comunes o a los Hufflepuff que resguardaron a la mayor parte de su casa y solo enviaron a los mayores y más habiles a ayudar en la enfermeria por si había heridos. Le enorgullecía la madurez de sus alumnos y agradecía que no todos se inmiscuyeran en una batalla que no les pertenecía y aunque les grito a los Gryffindor's que volvieran dentro del castillo solo algunos le hicieron caso y otros esperaron en las escalinatas a que llegara la orden del fénix junto con los Aurores, dispuestos a entregar sus vidas con tal de que los mortifagos no se metieran dentro del castillo.

No le quedó más remedio que poner a sus profesores en una hilera delante y a sus alumnos atrás. Las estatuas y armaduras fueron llamadas por el castillo a luchar, para proteger aquel enorme monumento que había resguardando durante años a miles de niñas y niños mágicos, para proteger a sus profesores que educaban a sus estudiantes y a los pequeños que estaban dentro de sus salas comunes temblando de miedo no entendiendo que sucedía. Fueron llamados para su único propósito, proteger a toda costa la escuela.

- ¿Tienen idea de cuántos son? -

Harry no miro a su profesora cuando pregunto eso y miraba de forma panorámica a las motitas negras que se acercaban cada vez más. Severus Snape no estaba, a nadie le sorprendía, después de todo si querían mantener un espía entre las filas del señor oscuro debían ser cuidadosos con la presencia del mayor en situaciones como esas.

- Alrededor de 100, no es un grupo grande pero creemos que cuando las barreras caigan aparecerán más en los lindes del bosque -

- No tardará en llegar en cuanto caiga la barrera, Harry -

Los ojos verdes miraron a Dumbledore que había aparecido entre la multitud y se había colocado junto a Harry en silencio, el menor sabía a que se refería Dumbledore con que él llegaría en cuando cayera la barrera alrededor del colegio. Voldemort no tardaría en hacer acto de presencia en cuanto tuviera la via libre para llegar a Harry. Y Harry tendría que ir hacia él a cumplir su destino, lo que una profecía había dictado y porque un loco lo había marcado hace 17 años. Tendría que enfrentar el destino que la vida le había impuesto. O que un viejo manipulador y un psicópata le estaban obligando a cumplir.

Harry no le contestó a Dumbledore, no pareció necesario cuando la barrera se destruyó y la cúpula que protegía al castillo se empezó a caer como si estuviera hecha de cristal, al tocar el suelo las partículas de magia se disolvieron, se hizo un silencio tenso antes de escuchar el grito de guerra de los mortifagos. Las tropas escasas que defenderian Hogwarts avanzaron un par de metros para tener espacio entre ellos para luchar, Harry observó detalladamente a sus contrincantes, viendo quienes se quedaban atrás porque aún no se recuperaban totalmente de la batalla que habían tenido en Hogsmeade hace dos semanas. Harry sacó su varita, la apunto hacia el frente para hacer un delicado movimiento de varita y hacer parecer su patronus al divisar a dementores acercarse como una gran nube negra, con su gran cornamenta el ciervo alejo a los dementores y a él se unió una nutria junto con un Jack Russell terrier. Poco a poco aparecieron más patronus y cuando la primer fila de mortifagos atacó, la mitad de ellos alejaron un poco más a los dementores antes de desaparecer.

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