-Feliz año nuevo, honey. Pide un deseo. -me dijo, como cada año nuevo.
-Ojalá pudiera- le respondí con un tono sarcástico sabiendo que no sería así. ¿Por qué cambiaría este año después de estar en la miseria desde que nací?- Pero no creo que por tres palabras de un mortal vaya a cambiar algo que no se puede.
-¿De nuevo con eso? Sigo sin entender por qué me llamas así, ni que fueras un ser superior.- Me respondió seguido de un bufido que mostraba su molestia temporal.
-Bueno, quién sabe...- Dejé aquella pregunta en el aire, aunque supe que no serviría de nada, pues no se había dado cuenta aún con las cientos de indirectas que ya le di.
-Como sea, tal vez el superior sea yo...
-Sí, ya empiezas con tus tonterías,- le interrumpí - tus chistes no dan risa.
-No es un chiste, es un hecho.- Sentenció con una cara seria, pausó e inmediatamente cambió su expresión a una más cálida- Venga, pide un deseo.
-Acabas de cambiar de tema porque no quieres aceptar la pena que da tu humor...- Me di cuenta que aquella conversación no llegaría a nada, así que paré- Desearía que pudiera dejar mi trabajo actual
-También lo espero... estaré para lo que necesites.
-Gracias.- Intenté cambiar mi tono de voz a uno más suave para tranquilizarlo, aunque sabía que no funcionaría con alguien que me conoce tan bien, o incluso mejor que yo misma.
Me fijé en su despeinado pelo y lo atractivo que me resultaba el ver sus ojos brillar con los fuegos artificiales. -Cambié mi opinión, lo único que deseo es quedarme aquí para siempre contigo.- Las risas de los peatones que cruzaban la carretera festejando rellenaron el silencio que perduró un eterno minuto esperando una respuesta.
-En verdad, sé que los deseos no se hacen realidad; si fuese así, me encontraría comiendo una gran cena junto a mi hermano.
-Lo sé.- En este punto sentía que éramos una misma persona con los mismos problemas.
-Pero, ¿sabes qué? Lo superaré.- Giró su cabeza para darme un beso en la frente.
-Lo harás, eres alguien fuerte.
-Te quiero.
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Siete vidas tiene un gato, infinitas el humano
Science FictionLilith, un espíritu que murió a los 18 años, estaba tranquila y feliz en su paraíso heaven, cuando fue interrumpida por Ares, un mortal que haría imposible su vida, ¿o debería decir muerte? A lo largo de su historia se darán cuenta de que comparten...