Tanjiro caminaba en dirección a la cafetería que tanto le gustaba. Al llegar pidió un café para llevar y unas cuantas galletas.
Mientras que nuestro Zenitsu recién despertaba, así que tomó un baño, se puso ropa y fue hacia su cocina donde se preparó desayuno, esa era la rutina habitual. Bueno, ni tan habitual, ahora tenía un horario para poder ir a la biblioteca donde trabajaba aquel peliburdeo.
Eran las 1:00 de la tardé y Tanjiro esperaba que por la puerta de la biblioteca pasará aquel rubio que tanto le gustaba, hace algunos días qué había empezado esa nueva costumbre de esperarlo. ¿Y como no?, si desde qué Zenitsu lo siguió, no ha parado de aparecerse siempre a la misma hora.
Entonces pasaron unos minutos y por fin, Zenitsu entró por esa puerta. Era la 5ta vez que el rubio iba a la biblioteca, desde que supo que él peliburdeo trabajaba ahí. Iba con más frecuencia, agarraba un libro cualquiera y le pedía al peliburdeo que se lo envolviera, pero, ese día decidió quedarse en la biblioteca un rato más, ya que, se quedó a apreciar las pequeñas historias que habían en las paredes. Se sentó en uno de los pequeños sofás que había ahí y se puso a leer, encontró de todo tipo de historias desde amor, hasta de terror.
Tanjiro apreciaba desde lejos la belleza de el rubio, lo miraba tranquilamente, inspeccionando cada una de las facciones de Zenitsu, y es que le encantaba lo lindo y tierno que podía llegar a ser el rubio. Hubo un momento en el que Tanjiro se quiso acercar al rubio, para empezar una conversación, pero...sus sueños fueron derrumbados por un pelinegro de ojos azul oscuro.
- Tanjiro...¿Podrías acomodar estos libros, por mi?. -dijo el pelinegro mientras se acercaba con unos cuantos libros en mano.
- uh...claro Tomioka. -el peliburdeo recibió los libros con una sonrisa y se dirigió a la estantería de cada sección.
Zenitsu término de leer una de las historias que tanto le llamó la atención, para después fijarse en la hora, tomó el libro y lo guardo en su mochila, se despidió de la gente que había ahí leyendo y se fue. Caminó hasta llegar a su departamento, ya dentro de su hogar, saco el libro de la mochila y lo dejó en la estantería donde tenía los otros 4 libros que compró, la verdad no le gustaba admitirlo, pero, no compraba los libros por gusto, si no que era una excusa para ver al peliburdeo. Bueno dejando esas cosas de lado, saco una laptop de la misma mochila y se puso a estudiar.
Tanjiro estaba un poco deprimido, ya que, el rubio ya se había ido y él no pudo hablar con Zenitsu. Pasarón las horas, ya era tiempo de cerrar la biblioteca.
- Tranquilo Tomioka, yo termino de guardar estas cosas y cierro, no te preocupes. -dijo el peliburdeo con una sonrisa y unos libros en la mano.
- ¿Estas seguro?, no quiero dejarte toda la responsabilidad... -le respondió el pelinegro.
- Estoy seguro, vete no más. -sonrió en grande y acomodó los libros.
-el pelinegro suspira- Está bien...adiós Tanjiro. -se despide Tomioka, agarra sus pertenencias y se retira.
- Adiós Tomioka... -el peliburdeo tomá algunas hojas sueltas y las lleva a la basura.
Cuando término de limpiar la biblioteca, se acerca a la puerta, la cierra con llave y se va caminando a su hogar. Al llegar se sienta en el sofá que tenía, estaba un poco triste, ¿Acaso no le llamaba la atención al rubio?. ¿Por qué no respondía ninguno de los pequeños mensajes que dejaba en los libros?. Eso lo desánimo un poco, pero no se iba a rendir, el rubio le gustaba, e iba a hacer todo lo posible para acercarse a esté.
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Holaa, como están¿
Espero que bien uwu
Bueno aquí está el cap. N°2
Se que el título es medio raro, ya que sale "Día 5"
Pero es porque son los días que han pasado, ¿me entienden?
Bueno, espero que les haya gustado
Escrito eso...Sa-yo-na-ra~❀
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Muy Lento
FanfictionKamado Tanjiro Un joven de 21 años, amante de los libros, trabaja en una de sus bibliotecas favoritas. ¿Todo bien, cierto?. Bueno un día mientras tomaba un café, se percata de que cierto chico rubio lo observaba mucho, no le dio mucha importancia. P...