Final alternativo.

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Después de apagar la alarma, que sonó por unos minutos. Tanjiro se levantó y se dirigió a su baño, donde se duchó y arreglo, hoy intentaría hablar más con el rubio, ya que, el día anterior no pudieron seguir con su charla debido al tiempo.

Después de vestirse y arreglarse un poco, tomó sus llaves, un libro y salió de su apartamento. Como hoy tenía un tiempo libre en la mañana, se dirigió a su cafetería favorita, al entrar pidió su café de siempre y se fue a una de las mesas de por ahí. Cuando su pedido llegó se dió cuenta de que eso no era lo que había pedido, así que, llamó a la camarera.

-¿Paso algo?- preguntó la joven que lo había atendido.

-Si, lo que pasa es que, yo no pedí esto...- apuntó a un pequeño trozo de pastel que le habían dejado junto a su café.

-Oh...bueno, eso se lo manda la señorita de allí- dijo apuntando a una pelinegra. La chica al darse cuenta que la miraban, simplemente giro un poco su cabeza, Tanjiro notó el pequeño sonrrojo que tenía- Perdón por no decirle cuando traje el pedido, ¿Desea quitar el trozo de pastel?- añadio la camarera.

-No...gracias- se quedó mirando a la chica pelinegra unos segundos y siguió leyendo.

Paso un tiempo y Tanjiro estaba terminando su café mientras seguía con su lectura, en eso la chica pelinegra que tanto lo miraba se le acercó.

-H-hola...- habló la pelinegra frente a Tanjiro- ¿P-puedo sentarme contigo?...- tenía sus mejillas de un tierno color rojizo.

-Uh...claro- respondió Tanjiro intentando no ser tan grosero.

La chica después de sentarse frente a Tanjiro, quizo empezar una conversación. El peliburdeo siendo amable, respondió y así comenzo una agradable conversación con la chica, llamada Kanao.

Mientras Tanjiro hablaba con Kanao, por afuera de la cafetería pasaba Zenitsu, paro su andar para ver mejor la escena, se quedó unos minutos ahí parado hasta que escucho que lo llamaban.

-Zenitsu!!- llamaba un chico de la misma altura unos pasos más adelante que nuestro rubio.

-ya voy...- dijo Zenitsu mientras caminaba a paso lento hacia su acompañante.

Luego de un tiempo hablando con Kanao, el peliburdeo se dió cuenta de que se le hacia tarde.

-Mm...Kanao, debo irme- dijo Tanjiro mientras se levantaba de su asiento.

-Oh...esta bien, fue agradable hablar contigo, Tanjiro- dijo la pelinegra con un suave color rosa en sus mejillas.

-Lo mismo digo, adios- respondió Tanjiro con una sonrisa mientras se dirigía a la cajera para pagar por todo.

-Adiós...- dijo mientras veía como Tanjiro se retiraba de la cafetería.

Mientras Tanjiro iba caminando hacia la biblioteca, pensaba en el rubio. Tal vez sea un poco cursi, pero le parecía muy adorable y lindo, solo quería poder volver a hablar con el como lo había hecho antes.

Al llegar, saludo a Tomioka y a las personas que se encontraban ahí, guardo sus cosas en la bodega y empezó a ordenar los libros que se encontraba por ahí.

Pasaron unas horas y Tanjiro estaba un poco confundido y preocupado, ya que, Zenitsu aún no iba por su libro, decidió acercarse a la puerta de entrada para ver si encontraba a Zenitsu cerca de ahí. Quedó tranquilo al ver al rubio caminando hacía la entrada pero, quedó confundido, Zenitsu no venía solo. Tanjiro decidió seguir con su trabajo alejándose de la puerta, mientras ordenaba algunos libros transitaba por su mente una simple pregunta "¿Quién era ese chico que lo acompañaba?".

Muy LentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora