DANMACHI: HIJO DE NIX

CAPITULO 4

Era una noche muy oscura en el bosque, apenas los faroles iluminaban nada, hacia bastante frío y paranoicos, he recibido noticias de que un desconocido de pelo blanco como la nieve y ojos rojos como la sangre, con una espada negra y una frialdad absoluta había arrasado con varios campamentos de la facción, según dicen los supervivientes, es la mismísima encarnación de la muerte.

Por esos motivos, la vigilancia fue duplicada tanto en el exterior como en el interior, nadie podría atravesar la última base de los errantes, una faccion de saqueadores que, al contrario de lo que indica su nombre, hasta hace poco contaban con varios centros de operaciones y rutas de comercio, sin embargo, a lo largo de 5 meses se fueron reduciendo a unas mazmorras bajo una mansión antigua, rodeado por árboles y varios destellos de las humildes antorchas de los vigilantes, todo estaba bien planeado y monitorizado desde el techo de la guarida por un guardia ... desmayado.

Poco a poco los vigilantes se sentían más incómodos, como si algo estaba oculto en la oscuridad, algo que no podía ver, ni escuchar, tan solo podía tener el oscuro presentimiento de que ese algo los acechaba, desde donde no podía ver.

Un joven de cabello largo y blanco, atado con una coleta, aunque varios mechones le molestaba la cara pues no eran lo suficientemente largos para amarrarlos detrás de su frente, este miraba desde un gran árbol, con sus ojos rojos brillantes, esas tenues luces por todo el bosque, luego de un pequeño reconocimiento, en su espalda aparecieron ocho bolas negras, flotando, con un movimiento brusco, estas salieron volando en varias direcciones, como si fueron manejadas a control remoto, y las luces empezaron a apagarse, al volver, se unieron a su espalda y se convirtieron en grandes alas, como las de un cuervo, el muchacho se lanzó al precipicio solo para elevarse hasta las nubes y otra vez, descender hasta caer frente al gran portón de la vieja mansión, una vez toco el piso, las alas desaparecieron al completo.

Este joven vestía una gabardina negra con una placa de metal en su pecho, ademas de protegerse las rodillas, los codos y las manos con el mismo material, su cara estaba al descubierto, en su cuello llevaba un colgante con una pequeña media luna de oro atada, por último llevaba un cinturón con varios objetos y un morral del tamaño justo para metro 4 libros delgados, este toco la manija, aunque rápidamente se aparto, pues esta empezó a soltar chispas.

???: ¿un encantamiento mágico? Parece bastante simple, puede que haya un mago entre ellos, aunque carezca de falna, no puedo subestimarlo.

Este invoco una bola del tamaño de una esfera de fútbol, ​​la cual se cubrió en un aura violeta, este metió su mano dentro de la esfera y se convirtió en un guante, una técnica bastante útil en la que desviaba la magia con la propia energía de su mana, algo llamado recubrimiento de mana oscuro, total que entro en la vieja mansión, el interior era oscuro y apenas se podía ver algo gracias a la luz de la luna que penetraba por las destrozadas vidrieras, sin embargo esto no era problema para el peliblanco, pues pese a estar a oscuras se movía con total libertad por los pasillos, en busca de aquello que lo llevo a desmantelar toda una organización criminal en poco tiempo, ese objetivo que tanto anhelaba y casi podía sentirlo.

Los pasillos eran espeluznantes, con viejas cortinas rasgadas, cuadros de los dueños que con el paso del tiempo adquirieron una expresión horrenda por culpa del desgaste, y varias trampas mágicas que acechaban a quien sea lo suficientemente miserable de caer en ellas, sin embargo, este Buscarlas antes de que lo toquen gracias a un palo negro hecho con su magia, quien activaba las trampas a una distancia prudencial, una vez llego a la entrada del sótano, luego de revisar la mansión de pies a cabeza, descubre unas escaleras que lo conducían a una especie de gran túnel, al final del mismo podía ver a dos guardias custodiando un gran portón semi circular, en el momento en que lo vieron desenvainaron rápidamente las armas y corrieron hacia el, aunque este les mando dos de sus bolas para dejarlos inconsciente ,esta vez el portón no tenia una trampa mágica, por lo que abrirla fue muy fácil, dentro parecía una sala del trono, varias mesas vacías alrededor de una hoguera, detrás estaba un trono de oro y cojines morados, como queriendo aparentar su grandeza ocupada por un hombre vestido con ropajes de noble bastante excéntrico, pelado, orejas puntiagudas y con varios tatuajes en su cabeza, aún estando acorralado, no parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo. a su enemigo.no parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo.como queriendo aparentar su grandeza ocupada por un hombre vestido con ropajes de noble bastante excéntrico, pelado, orejas puntiagudas y con varios tatuajes en su cabeza, aún estando acorralado, no parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo. , sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo. No parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo.como queriendo aparentar su grandeza ocupada por un hombre vestido con ropajes de noble bastante excéntrico, pelado, orejas puntiagudas y con varios tatuajes en su cabeza, aún estando acorralado, no parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo. , sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo. No parecía asustado, sencillamente molesto y desanimado al ver a su enemigo.