Taehyung conoce a un niño en una escuela abandonada en medio del frío, quiere ser su amigo pero su corazón le indica otra cosa de aquel misterioso niño, cual no puede sentir calor.
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Un pequeño niño paseaba feliz entré los edificios abandonados de aquella pequeña ciudad de Daegu, sus vacaciones de invierno habían comenzado hace unas semanas así que tenía mucho tiempo libre. Había quedado con su mejor amigo, Yoongi para salir un tiempo pero este se había enfermado y tenía que reposar en casa.
"Lo siento Tae, la próxima será"
Fue lo único que dijo Min por el teléfono para disculparse, el pelinegro sólo caminaba entre la nieve sin decir mucho, hasta que se percató de un extraño ruido. Llevó su vista hacía un lado de él, lo único que había era una pared de ramas, hojas y moh hasta que levantó aún más su vista encontrándose con una construcción.
Rodeo toda esta dándose cuenta de que era una escuela de dos pisos, el letrero con el nombre de esta fue atacado por la naturaleza así que no se podía leer. Las puertas estaban rotas dejando al paso a cualquiera, Kim fue entrando lentamente a la ex-institución notando como toda esta estaba llena de moh y suciedad, sacó la linterna de su teléfono donde venía reproduciendo música y comenzó a alumbrar su camino.
-- Fua... -- salía de sus labios mientras tomaba fotografías, aún estaban las fotos de los alumnos que curzaron en ese tiempo, junto a varió libros viejos-
Taehyung siguió caminando hasta que llegó a dos no tan grandes puertas, las abrió encontrándose con un gran patio dentro de la institución y en medio de este un enorme árbol. Camino hasta este deteniéndose al visualizar madera saliendo de esta su vista fue hacía arriba y sus ojos se abrieron al encontrarse con una casa del árbol hecha de madera y nada más.
Comenzó a grabar para enseñarle a su amigo lo que había encontrado, notó varios trozos de madera a clavados al gran árbol, podían servir como escaleras, así que comenzó a subir hasta llegar a lo que parecía la puerta y la abrió.
-- Mira Yoo--
-- ¡Ahh! -- un gritó lo interrumpió, Kim pudo visualizar desde el lente a un niño castaño viéndolo con miedo mientras que en sus manos mantenía una rama afilada-
-- ¿Ah?
-- ¡Dime q-quién eres o...te g-golpeare! -- amenazó el chico temblando con la rama, Kim bajó su teléfono y levantó sus manos en símbolo de paz--
-- Está bien, está bien -- comenzó a decir con un tono suave para no asustar al chico-- Soy Kim Taehyung, tengo trece años y vengo en zon de paz -- terminó con una leve sonrisa para darle confianza al castaño quién aún dudoso bajo levemente su arma-
-- ¿Qué haces aquí?¿Por qué entraste? -- comenzó a preguntar el castaño analizando al intruso con su mirada y una ceja arriba-
-- Estaba paseando tranquilamente por aquí hasta que vi la escuela y pensé que no había nadie aquí -- respondió Kim sentándose con las piernas cruzadas para ahora él examinar al contrario--
Su cabellera era linda y se veía suave, tanto que el pelinegro tenía que retener sus ganas de tocarla, su piel era pálida como la nieve, sus grandes ojos reflejaban una galaxia entera mientras que sus labios pintaban un leve color rojizo. Era muy atractivo y tierno a la vez.
-- ¿Acaso no vez los letreros? -- señaló molesto la puerta de aquella pequeña casa, Kim llevó su vista este notando que en un pedazo de estaba había algo escrito-
"No entrar" con pintura de diferentes colores y una letra distorsionada, una leve risa nasal salió del mismo ante lo tierno que se le hizo aquel detalle, regresó su vista al chico quién mantenía sus mejillas infladas, su ceño fruncido y sus labios apretados en símbolo de molestia, aún que en realidad se veía muy tierno.
-- Oh, lo siento. Solo quería saber que había -- dijo el pelinegro moviendo sus manos con una apenada sonrisa, el castaño bufo y le dio la espalda para seguir en lo suyo-
-- Ya lo viste, ahora vete -- habló el castaño moviendo su mano a la salida, Taehyung lo miró confundido pero sus ganas de hacer amigos nuevos le ganaron--
Así que con el menor sigilo se acercó al chico para ver lo que hacía, sus delgadas manos estaban acomodando en un pequeño plato unos rollos de pan con canela encima mientras que de con la otra dejaba caer unas pizcas de azúcar.
-- Y...¿Cómo te llamas? -- preguntó el pelinegro recibiendo un golpe en su nariz con el hombro del contrario, logrando alejarlo de su cuerpo--
-- Jungkook --respondió secamente volteando su cuerpo, ahora yendo a una pequeña cafetera que estaba en la casa sacando una taza de café caliente--
-- Oh, bien Kook ¿me das uno? -- preguntó con una sonrisa, señalando los rollos de canela que el castaño tenía, este negó con su ceño fruncido y siguió con sus cosas-
-- No y no me digas Kook. Ya vete -- volvió a decir mientras frotaba sus manos debido al frío que tenía, Kim se dio cuenta de esto y se quito sus guantes--
Sin pedir permiso agarró las delicadas manos de Jungkook y comenzó a ponerle sus guantes azules oscuro, eran simples pero servían para mantener al calor. El castaño quito sus manos ya cubiertas y se quito los guantes del contrario para cruzar sus brazos, manteniendo su vista en Kim esperando a que se fuera.
-- Mmmg, ya está anocheciendo, debería irme. Vendré mañana con un amigo, espero que esta vez podamos mantener una charla más alegre -- dijo Taehyung con una sonrisa ahora tomando su celular, dejó sus guantes en la orilla de puerta al salir y la cerró para tomar rumbo a su hogar--
Jungkook se asomó por el pequeño agujero que tenía su casa hacía el exterior viendo como aquella cabellera negra se alejaba, un suspiro salió de sus labios y regresó su vista a los guantes que había dejado el mismo, duro varios minutos en pensar si debía o no tomarlos, hasta que vio el frío de la noche colarse por sus agujeros que tenía por ventanas así que los tomó y se los puso, sintiéndose mejor.
Acomodo sus sábanas en la dura madera y acomodó sus peluches que aveces usaba como almohadas en frente de sí mismo, con otras tazas de plástico y platos del mismo material, las colocó en frente de cada uno y tomó su plato con el pequeño rollo de cadena.
Ya todo listo el castaño comenzó a hablar con sus peluches mientras comía y tomaba café, no era algo nuevo en su rutina, casi siempre estaba solo con sus peluches así que ellos eran sus amigos.
-- Oh, y hoy vino otro chico, es muy Insistente y habla mucho pero además de eso me regalo estos guantes, son muy calentitos pero no se lo diré. -comenzó a relatar con una de sus mejillas infladas en forma de berrinche, algo típico de él- Dijo que vendría mañana pero no le creo, pero esta bien. No leyó mi letrero de "no entrar", es un mal educado...pero es lindo -murmuró con un sonrojó para después morder su pan intentando borrar aquel pensamiento-
Jungkook miró a uno de sus peluches y después apretó sus labios para fruncir su ceño.
-- ¡N-no es lindo!¡Es f-feo y bobo! -- dijo ocultando su sonrojo con sus pequeñas manos, y comenzar a patalear como un pequeño niño, aún que no era tan grande--
Jungkook bufo y empujó sus peluches para ahora agarrar su almohada y abrazarla, para comenzar a patalear por sus pensamientos. Con el frío de la noche prefirió tomar sus sábanas y cubrirse con estas, apago la vela que usaba como lámpara quedando en plena oscuridad y con la luz de la luna dando a los agujeros que usaba como ventana.
- No es lindo, es feo y tonto.
Si, Jungkook repitiria eso hasta quedarse dormido o de verdad creerlo.
