Taehyung conoce a un niño en una escuela abandonada en medio del frío, quiere ser su amigo pero su corazón le indica otra cosa de aquel misterioso niño, cual no puede sentir calor.
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-¡Mamá iré a caminar, me llevaré unos dulces ! -grito Kim saliendo de su casa, apurandose de correr con dirección a la escuela abandonada-
Caminaba emocionado por llegar con el pálido, tenía un regalo para Jungkook y esperaba que le gustase. Ni sabía los gustos del chico así que tomó varias golosinas de su padre que se las regalaba a los niños del hospital y su madre a los niños perdidos que llegaban a la comisaría.
Al llegar donde siempre fue cuidadoso de no ser ruidoso, camino hasta el patio y fue hasta la casita del árbol, subiendo cuidadosamente para no caer.
Ahí estaba el castaño, dormido en la madera dura mientras se abrazaba a su mismo. Su rostro estaba relajado pero se podía notar el temblor de su cuerpo debido al frío.
Con cuidado de no despertar al chico se sentó en frente de él y dejó sus dulces a un lado, movio el cuerpo de Jungkook levemente escuchando sus quejidos.
-Kook, despierta -susurró Kim, el mencionado comenzó a abrir sus ojos con pereza-
-¿Qué haces aquí? -preguntó el castaño tallando sus ojos con sus manos frías-
-Te traje algo, mira -señaló los dulces que estaban a su lado, el contrario los miró unos segundos y asintió-
Jungkook no dijo nada más, se concentró en estirar sus huesos y relajar sus músculos tensos. Con pereza sorbo su nariz y se volvió a recostar en su lugar.
-Hey, es muy tarde -llamó Kim moviendo el cuerpo del contrario, este se volvió a quejar-
-Vete, no tienes que estar aquí -murmuró Jungkook dejando hacerse por el sueño-
Taehyung hizo una mueca y aún así se sentó al lado del menor acariciando su cabellera, el contrario terminó durmiendose de nuevo pero esta vez con su cabeza en el regazo de Kim.
El mayor de detuvo a apreciar al castaño, la piel era muy pálida, hasta podrían pensar que tiene algún problema pero sus labios de mantenían algo rojos. Llevó su vista por el cuerpo cubierto de Jungkook, las prendas no eran muy gruesas pero se podía mantener caliente ante el frío.
Después de unos minutos el menor comenzó a despertar por un rico olor. Sus ojos se abrieron lentamente, Taehyung estaba en frente de él comiendo algo que no podía describir.
-Ya despertaste -habló Kim llevando un poco de comida a su boca-. Fui a mi casa por comida, no se si te gusta -siguió ahora mostrando el topper de comida-
Jungkook sin saber que era se que le quedó viendo al alimento con sus grandes ojos. El contrario sonrió ya que parecía un gatito curioso le acercó la comida, insitandolo a comer.
