~ <LOS ADEPTOS DE LA OSCURIDAD> ~

Prólogo 3: La Promesa Del Aprendiz

A unos escasos minutos de la costa, yacía una pequeña aldea de aspecto amigable, y ese era justamente el lugar que el albino había mencionado

3: ¡Hemos llegado! Aquí podrás comer y descansar todo el tiempo que necesites

Una sensación de paz recorrió el cuerpo de Hikari al observar la calma del lugar, y al mismo tiempo un sentimiento de intriga la invadió, cuando escuchó las palabras de su compañero:

3: Pero antes, tenemos que ir a hablar con la jefa para que te permita hospedarte aquí un tiempo. ¡Vamos!

Atravesaron todo el pueblo hasta llegar a un gran dojo, donde a traves de sus puertas abiertas se podían escuchar gritos de lucha, tanto de hombres, como de mujeres

3: ¡Buenas tardes jefa, voy a pasar!

Una voz fuerte pero cariñosa correspondió a dichas palabras

X: ¡Buenas tardes 3! ¿Cómo vas con tu entrenamiento? Dijiste que querías despejarte así que fuiste a la costa. ¿Eso ayudó a tu eco interior?

3: ¡Por supuesto que lo hizo! Pero no estoy aquí por ese motivo, tengo una noticia mucho más importante

X: ¿De qué se trata, 3? ¿Es en serio o es otro de tus juegos?

3: ¡3 siempre habla en serio! ¡Adelante, amiguis!

Hikari: Uhm... B-buenas tardes, "jefa"

Aunque Hikari se sentía intimidada por la voz y la familiaridad con la que ambos se hablaban, fue capaz de hablar y ponerse frente a aquella líder

Jefa: Vaya que hablaba en serio... 3, ¿cómo rayos estaba ella en la costa? Sé perfectamente que el mar no es navegable y su cara no me es conocida... (o acaso.. Podría tratatse de aquello?)

3: Bueno, no lo se realmente, pero seguramente tiene algo que ver con el teletransportador de papá

Jefa: ¿Entonces dices que al igual que tu, ella también puede manifestar aquellos dichosos poderes de la oscuridad?

El salón se silenció por unos instantes, y una leve tensión apareció en el ambiente

Hikari: (Es cierto, 3 sanó mis heridas, por mas increíble que parezca) E-esperen, ¿Dicen que yo también puedo curar a otros con mis manos?

Una vez más un breve silencio invadió el salón, seguido de una leve toz de parte de la jefa, la cual se levantó de su asiento y salió del dojo

Jefa: Siganme, niños

Y sin decir nada más, los 3 se alejaron caminando hacia una pequeña colina, hasta estar completamente solos

Jefa: 3 ya lo sabe, pero posiblemente tu no

Hikari: ¿Saber que cosa?

Jefa: Aquellos que pueden manifestar la oscuridad son conocidos como "arcas", y su único objetivo es ser el recipiente de una gran calamidad. Los que aun están cuerdos le temen a eso, así que comenzaron a cazar a las arcas y sacrificarlas

3: ¡Y es ahí donde aparece la pregunta del millón! ¿Cómo los humanos pueden hacer tal cosa, si las arcas permanecen en las sombras, o en todo caso, en grupos?

Jefa: La respuesta es obvia, ¿no, niña? Los cazan cuando están solos. Aunque uno tras otro, se van fortaleciendo; hasta tuvieron que crear bases enteras para preparar una nueva llegada... Como ya mencionó 3, existe un teletransportador, el cual manda a las arcas a localizaciones aleatorias al borde de la muerte. Los que sobreviven: vuelven a casa, y los que no... Son olvidados, pero no sería nada alocado pensar que están vivos en alguna parte.

Hikari: Entonces... ¿Dices que entre mayor sea el número, mayor es el poder?

3: Error. Nadie supera a mis hermanos mayores, ¡y eso que fueron los primeros prototipos! Parece que la oscuridad crece de algún otro sitio, pero aún no sabemos de donde...

Jefa: (Aunque nada de lo que hemos dicho importará si ella no tiene buenas intenciones) *cof cof* y bien, niña, ¿qué te parece, acaso te aterra, o piensas hacer algo para cambiarlo?

Hikari: No se casi nada acerca de todo esto, pero no puedo quedarme de brazos cruzados viendo como gente inocente sufre y se corrompe. A p-pesar de que no conozco mis poderes, y no se pelear... Debo intentar luchar

Una gran sonrisa recorrió la cara de la jefa, seguida por una postura de combate muy particular

Jefa: En ese caso... ¡Me honoraria que fueras mi aprendiz, y estudiaras las técnicas que hemos transmitido generación tras generación!

Hikari: No no, no tengo dinero, ni cas-...

Jefa: ¡Eso ya lo se, tonta! ¿Quién crees que ha estado a cargo de 3 todo este tiempo? Solo te estoy pidiendo que aprendas conmigo, nada mas

Hikari: *arrodillandose frente a ella* Aceptaré su regalo con gusto. ¡Le prometo que seré una gran luchadora y salvaré estas tierras!

Desde ese día, todos regresaron al dojo con una promesa en sus corazones. Pero eso solo era el comienzo de un gran entrenamiento para ser luchadores dignos, con el tiempo amenazando acabarse y dicha calamidad deseando ser liberada.