Un recuerdo

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—Aquí Mars 011 llamando a Base 01 esperamos confirmación para salir de la estación 2.

—Pueden salir y dirigirse para el almacén de Bif, ahí se les dará lo necesario para seguir con la misión.

—Entendido, daremos confirmación al llegar.

—Renols, mira que todo esté bien antes de salir —ordenó el capitán de la nave.

—Todo en perfecto orden comandante.

—Todo en perfecto orden —remedó Lana con un tono de voz un poco más agudo, mientras los demás se reían. Renols el intelectual era como todos le decían en la nave a pesar de que llevaba muy poco tiempo de conocerles.

—Matt, fija el curso hacia el almacén de Bif.

—¡Si señor Ethan!

—No me digas señor, me hace sentir que soy mayor que tú y tenemos la misma edad.

—Está bien señor —Ethan lo miró a los ojos mientras negaba moviendo su cabeza de lado a lado y con una sonrisa—perdón Capitán Ethan.

—¡Ethan!, ¿dónde estás? ya es tarde y hoy no puedes faltar a la escuela.

—Ya voy mamá, solo me pongo los zapatos.

—¡Apresúrate! tu papá ya sacó el coche. Te espero en la entrada.

Ethan salió corriendo, empujó la puerta de su habitación, terminó de cruzar el pasillo y bajó las gradas. Cuando llegó a la sala, agarró su mochila que estaba en el mueble y por fin llegó a la puerta. Así como lo había dicho su mamá, le estaba esperando en la entrada.
—Ve entrando al coche, mientras cierro y le pongo llave.
—Si mamá.

—Tienes que ser más responsable; el autobús te va dejando en casa ya 2 días seguidos.

—Si papá

— Hace un rato noté que te habías alegrado de que el autobús te dejara ¿Qué te está pasando?—Lo vio fijamente por el retrovisor, esperando una respuesta—
—Nada solo me atrasé —respondió Ethan con vos temblorosa —

— ¿Alguien te está molestando? ¿es eso? Debes decirnos si te pasa algo.

—No, no está pasando nada —agachó su cabeza —

—En la noche con más tiempo hablaremos de esto si.

—¡Vamonos! ¿Qué está pasando aquí?

—Solo le preguntaba a Ethan el porque de salir tarde en estos dos días.

— ¿Y? ¿Cuál es la razón?

—No te preocupes en la noche hablaremos de esto, mientras pon algo de música por favor.

Ethan abrió la puerta del coche y se bajó, su madre también.

—Ethan pórtate bien y si ocurre algo malo puedes hablar con el director para que me llame.

—Si mamá lo sé

—Hasta más tarde Ethan, recuerda que en la cena vamos a hablar. Cualquier cosa si te sientes mal; puedes llamar a tu mamá o a mi.

—Ethan asintió, abrazó a su madre y se despidió.

El coche se alejó muy rápido, pasaron pocos segundos mientras Ethan caminaba para entrar a la escuela; otros niños de entre 9 a 10 años iban casi a la par. Ethan recién había cumplido 10 años; ese día sus padres invitaron a muchas personas y estuvo jugando su juego favorito de navecitas con otros niños en su ataris nuevo.
Mientras se acercaba a la entrada de la escuela algunos padres llevaban a sus hijos; otros niños venían bajando del autobús. Ethan volteo a ver hacia atrás intentando localizar a sus padres pero ya no estaban; el coche había desaparecido. Terminó de pasar el área verde y entró.

Ethan se sentía algo mal; se miraba pensativo y triste. Estaba con su cabeza agachada como perdido en un mar de pensamientos; tenía unos cuantos minutos de que había recibido su comida pero ni siquiera la había visto —¿Te sientes bien?—preguntó su maestra quien lo había observado por un momento.

—Me siento un poco triste señorita, es como si algo malo va a pasar.

—No te preocupes, todo está bien—su maestra le sonrió y empezó a dar animo—

—Come algo antes de que se vaya a helar.

—Está bien señorita —Ethan sonrió y empezó a comer muy lento—

Recordaba como en la pesadilla que había tenido esa noche y noches anteriores sus padres se iban en el coche y eran perseguidos por dos pajaros grandes de color negro. Él nunca había visto algo así; eran aterradores y como si fueran sombras o fantasmas traspasaban otros coches hasta acercarce al coche en el que iba su padre y su madre. Ambos pajaros deformaban y formaban su figura como si se tratase de humo. Una de  las criaturas dejó de volar alto y se posicionó debajo del coche, la otra fue más rápido que el coche y se colocó en frente a una buena  distancia, luego agarró impulso incrementando la velocidad hasta finalmente chocar con el coche. Antes del impacto se escuchó una explosión y luego otra; dos llantas del coche había explotado, el coche dio dos vueltas colicionando con un camión y por el fuerte impacto recibido ambos salían volando del coche.

No se podía borrar las imagenes de su cabeza ¿cómo no había sido capaz de contarles eso a sus padres? ¿Porqué no pudo contarle a su maestra? ya no quería recordar esa horrible pesadilla, se levantó de la silla y se dirigió al área de juegos de la escuela, iba a jugar cuando de pronto sintió algo en su corazón, se quedó inmóvil, la luz del salón le segó, parecía haber subido de intencidad, su corazón empezó a acelerar. En ese momento vió a su maestra pasar por la puerta, ella iba muy rápido a través del pasillo que daba hasta la sala de maestros. Se aceleró su respiración y su cabeza daba vueltas solo podía preguntarse ¿qué le estaba pasando?

—¡Oye! ¿vas a jugar o qué?

—Lo siento Maike, algo acaba de ocurrir, tengo que irme.

Corrió hasta llegar a la puerta luego giró a la izquierda siguiendo el pasillo, pasó cerca de unas aulas de clases hasta que llego al final encontrandose con una puerta que  estaba hecha de madera con dos ventanillas de vidrio rectangulares que permitian ver hacía dentro. Logró ver a su maestra algo preocupada. Se movía rápido de un lado a otro sosteniendo el teléfono, luego regresaba  porque el cable del telefono no daba a más. Ethan empujó la puerta y en ese momento pudo escuchar lo que respondía su maestra...

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