Te solté.
Llegaste a mi vida de una manera inesperada, cuando nadie me miraba y cuando solo era una ilusión encontrar a alguien como tú... el impacto y la conexión que tuvimos fue inmediato, fue magia.
Con el pasar de los días te volviste parte costal de las horas que corrían en mi vida y me al ver tu nombre en mis notificaciones sentía que el mundo se llenaba de un color que jamás había visto.
Solo un obstáculo estaba presente y era algo que nos daba un límite extraño para seguir viviendo nuestra magia... una noche, esa noche... esa bendita noche en que tú dijiste, no hay más limites. Tenemos la libertad de vivir esto y explotar nuestros sentimientos.
Los días tenían magia y todo pintaba bien en el panorama... hasta que ese obstáculo apareció de nuevo y amenazaba la vida con ponerte en un debate que yo sé que te iba a atormentar.
Hablar contigo la noche que peor estabas fue algo que mi corazón dijo, hazlo! No la dejes sola...
Una noche, te solté...
Un debate entre la razón y el corazón te mantenían atormentada y no podía, mis ojos no podían verte mal... sé que yo había ganado tu corazón pero la razón hablaba fuerte...
Te solté, con el dolor más agudo en el pecho y con un nudo en la garganta solamente solté tu mano para dejarte ir en busca de tu felicidad, no te voy a mentir, volví a caer.
Volví a caer en la tristeza, volví a sentir que todo lo que daba era insuficiente.
Sé que no es así, hoy que sé que estás bien, estás segura en el lugar que la razón ganó, yo intento salir adelante.
Pero también espero comprendas... agarre los problemas y me hundí con ellos, mi sacrificio fue por ambos, fue por ti... y fue por mi.
Espero un día la vida me haga entender porque me hizo quererte tanto aun sabiendo que no podíamos estar juntos...
Y espero un día mi corazón entienda que dejarte ir fue por un bien mayor...
Sé que te lo prometí... pero no quedaba más que hacer... perdóname, te solté.
