cuatro.

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Miedo. Eso fue lo que sintió Jungkook en toda la extensión de la palabra cuando todo pasó.

Sus oidos aún se sentían un poco tapados y sus manos temblaban, estaba en cunclillas detrás de la mesada de la cocina solo esperando algún otro sonido, algo que le indicase que lo que sea que haya entrado por su balcón aún estaba ahí.

Volvamos a hace unos cuantos minutos atrás.

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El antes; Kim Taehyung.

Una característica importante de los Ángeles es que a pesar de poder controlar su alas de manera constante y recibir lecciones para poder usarlas en su máximo potencial con un riesgo casi minimo de perder el control de ellas, para un aprendiz de Ángel Guardian aquello todavia era exigir demasiado, Taehyung a veces tenía los reflejos típicos con los que todos en el Caelus (o por lo menos los que poseian alas) nacían, sus alas podian reaccionar por si mismas cuando se encontraba en peligro o cuando habia un objeto que se acercaba a gran velocidad a su rostro.

Eran instintos de supervivencia natos en si pero de igual manera todos debian aprender a controlarlos porque siempre habrían situaciones en las cuales no serían muy favorables.

Situaciones como esta.

Las rafagas de aire que recibía en sus alas eran tan agresivas que podia sentir sus plumas desprendiendose una tras otra mientras la velocidad lo obligaba a dar vueltas, Taehyung cerró los ojos con fuerza, dos pequeñas lágrimas rojas se deslizaron por partes distintas de su rostro. Y finalmente pasó.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca del sitio de impacto sus alas se abrieron aún contra su voluntad dejandolo completamente desprotegido, las mismas impactaron con una gran cantidad de cosas que Taehyung no pudo ver por la velocidad con la que pasó todo, sus rodillas se rasparon con el barandal del balcón, y el resto de sus piernas se llenaron de moretones al impactar con el resto de muebles que estaban repartidos en el apartamento.

Él nunca habia experimentado el dolor, no era como que hubiese querido hacerlo antes pero de haber sabido que era tan horrible se habría preparado para ello. Su cabeza se sentía pesada y dolía con intensidad mandando el dolor en oleadas grandes también al resto de su cuerpo.

Y Jungkook, bueno.

Mierda, él solo había intentando preparar un maldito sándwich.

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El ahora.

Jungkook decidió que no había absolutamente nada útil en esperar detrás de la mesada a que algo peor pasara, por lo que se levanto con extremo sigilo deteniéndose inevitablemente a ver su departamento. Y bien, si no se había muerto por lo que acababa de pasar, morir tenia muy buena pinta ahora que veía todos los muebles destrozados.

Al segundo siguiente su atención se vió atraída al rastro de un liquido blanco, más bien de color perlado que se esparcia por el suelo. Ahí fue cuando lo vió.

Primero vio un par de piernas tan blancas como un papel, antes de seguir tuvo que frotarse los ojos y repetirse varias veces que si todo aquello era un sueño aquel era el momento justo para despertar, por supuesto no funcionó y él tuvo que seguir a lo que más le aterrorizaba de todo aquello. Las grandes alas de la criatura se encontraban desplomadas cerca del cuerpo, bueno más bien una a su costado y la otra encima de el tapandolo casi por completo, eran blancas como el blanco de la nieve y la luz natural las hacia brillar en tonalidades tornasoles.

 When the Angel comes | kooktae. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora