8-¿A esto le llamas cita?

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Llegando a sentir los espasmo que proporcionaba cada caricia dada entre ambos, fuimos severamente interrumpidos por una cerda delgaducha vestida con aquellas típicas ropas negras y blancas, que adornaban formando un vestido y un cintillo. Nos observamos sin ninguna expresión en particular no solo hasta que la chica muy avergonzada se giró cual puerta oxidada dándole fuertemente ante nuestra cara despareciendo verdaderamente de nuestras vistas. . . podía haberle dicho algo, pero estando en aquella situación me fue imposible articular palabras, ya solo podía hacer ruidos extraños que interpretaban mis acciones.

-Sera mejor terminar esto de una vez- suspiré levantando y apartando mi cuerpo del objeto masculino cercano al mío.

-¿No vas a terminar?. . . Perdón, ¿no va a terminar, señorita?- se corrigió a si mismo ante su falta de respeto y sonreí sin que me viera la cara.

-Por ahora solo pretendo descansar. . . ya hicimos demasiado- comenté y buscando la toalla me alisté para descansar.

-¿Ni siquiera cenar?- volvió a preguntar buscando una forma de mantenerme lejos de mi habitación. Por unos segundos imaginé que planeaba hacer algo a mis espaldas pero, sabiendo las condiciones y cualidades no favorables esa idea desapareció en cuestiones de segundos.

-De momento. . . no tengo apetito- expresé terminando de vestirme y saliendo enseguida del baño.

Con el cabello aún goteando como un grifo mal cerrado caminé a mi tocador y me senté decidida secar este con calma. . . miré mi reflejo y en verdad estaba cambiando, era solo que no quería admitirlo delante de Suga, quien me pidió que nunca cambiara porque incluso a él le podría perjudicar *¿en qué pienso tanto?* me cuestioné con el ruido del secador frente a mi cabeza y una cara de pocas intenciones de algo.

(Día siguiente)

-Ya estoy- anuncié bajando las escaleras como si en verdad montara una skate toda loca.

-¡Vaya!- expresó con los ojos abiertos y sorprendido.

-No es para tanto, solo cambié un poco- no me agradó su forma de mirarme.

Mis prendas habían sido tan normales que apenas si se podía distinguir de la ropa que normalmente usaba; sin rumbo fijado aún agarré la mano de mi compañero y lo arrastré fuera de la casa para comenzar de una vez nuestra caminata de niños tontos. Empezando por el principio. . . nada fue como lo estuve esperando, o mejor dicho. . . nunca lo espere mejor.

-¿Qué sucede, Jimin? ¿Por qué no caminas y me llevas?- me intrigué un poco malhumorada ya viendo que estaba de pie como estatua en medio del parque.

-El auto. . . el auto esta. . .- señaló al cacharro de auto que tenía y al mirarlo bien tenía 4 llantas rotas, 2 cristales destrozados, una puerta caída, el tubo de escape por el otro lado del mundo y que creen. . . el asiento del copiloto era una porquería si solo llevaba cartones suplementando los almohadones.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2021 ⏰

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