Omega's -SuperBat-

3.🦇

Aquel día llegó.

Sin previó avisó su celo llegó a la corta edad de diez años.

Así, una pesadilla sin fin había dado inició para él.

Paxton Powers jamás imagino tener algún tipo de fetiche o sucio y enfermó deseó por Omega's jóvenes, o al menos así fue hasta que tuvó al pequeño Wayne debajo de él, verlo y sentirlo pelear, rogar y llorar, caer en la inconciencia y volver a despertar solo para verlo lleno de terror, alimento un deseo de poder y dominio que sabía que tenía pero que jamás imaginó creyó que fuera tan alto.

Bruce jadeo y vómito de dolor cuando el Alpha dejó de ahorcarlo.

-No .. más -murmuro de lado, lleno de sangre y semen-

El de ojos verdes se separó y se sentó al filo de la cama sin dedicarle alguna mirada, saco un abano y lo encendió, fumando lentamente, cuando ya estuvo por acabarse y vio la pulcra espalda del azabache subir y bajar sin remordimiento alguno aplastó con fuerza el caliente cilindro sobre su omóplato izquierdo.

-¡AHHH! -gritó Bruce, sentándose y huyendo hasta la esquina de la cama-

Con terror los ojos azules miraron los verdes, con una insana sonrisa llena de curiosidad, Powers tomó la pierna del Omega, lo jaló y se situó sobre él.

-Es hora de experimentar, Bruce -murmuro con diversión y entusiasmo el Alpha-

Los dientes del menor castañaron de miedo.

Paxton rio y Bruce se hundió en la oscuridad de su mente.

Un Año Seis Meses Después.

Un abdomen pequeño y plano, una figura de niño, ahora era un vientre grande y redondo, repentinos movimientos en este asustaron a un joven e inocente Bruce, su único consuelo en esa pesadilla, en esa aterradora situación era que su verdugo solo aparecía para darle comida, ropa y medicamentos.

Ahora tenía un breve descanso.

¿Pero a que costo?.

Tres Meses Después.

Dolor, mucho, mucho dolor llenó repentinamente la parte baja de Bruce, Paxton no estaba y él no sabía que hacer, pero cierto instinto le pidió pujar con fuerza y así lo hizo.

Interminables minutos u horas pasaron, por momentos estaba por perder la conciencia pero el dolor lo despertaba, en un último intento pujo en un gritó que fue acompañado de uno más chillón e infantil.

Sus azules ojos temblaron sustados, mirando el movimiento desesperado de un par de pequeñas manitos, llenas de sangre, lloró profunda y largamente.

-¿T-Tú .. quien eres? ¿eres mío? ¿eres c-como yo fui para mi madre? -tartamudeo, acercándose lentamente- ¿q-que hago? -susurro, tocandolo de forma dubitativa-

Ante el tacto el infante gimoteo bajamente.

-Esta bien, esta bien -repitió suavemente- yo te cuidó -dijo tomándolo con delicadeza-

El infante abrió muy fugazmente sus ojos pero eso fue suficiente para hacer sonreír a Bruce por primera vez en mucho tiempo, teniendo cierto y olvidando recuerdo de él en los brazos de su madre.